'On the beach', de Chris Rea
El cantante, guitarrista y compositor Chris Rea no es artista de números uno pero su On the beach, que mañana ofrece EL PAÍS por 5,95 euros, ha adquirido carácter de canción clásica en bastantes países, incluida España, donde todavía forma parte de la dieta de muchas emisoras. La atmosférica pieza da título a su triunfal disco de 1986, que contiene igualmente otro éxito del mismo año, It's all gone, y la canción principal de la película Auf immer und ewig.
Para los oyentes casuales, el británico Chris Rea es un baladista, un constructor de climas nocturnos con voz profunda. Los que conocen bien su obra saben que hay mucho más: domina la guitarra de blues y tiene, en esa vena, piezas que aguantarían comparaciones con creaciones de Ry Cooder o Eric Clapton, por ejemplo. Los fieles también aprecian la vocación narrativa de Rea, expresada en canciones pero también en el cine.
Chris Rea nace en Middlesbrough (Cleveland), en 1951, en una familia de origen italiano que vive de una heladería. Allí trabaja el joven Rea, ahorrando para comprar una buena guitarra eléctrica, algo que consigue a los 19 años. Poco después entra en Magdalene, antiguo grupo de David Coverdale, que desde 1973 es vocalista de Deep Purple. Magdalene graba un único single en 1974, antes de rebautizarse como The Beautiful Losers, un guiño a la novela de Leonard Cohen, que al año siguiente son reconocidos como "mejor nueva banda" por el Melody Maker. No llegan a beneficiarse de esa mención: la abrasiva irrupción del punk rock revoluciona las reglas del juego en el panorama británico. Se disuelven en amargura: según Rea, por los Maravillosos Perdedores pasaron cerca de 30 músicos.
Ya goza de reconocimiento como instrumentista: aparece en The Hank Marvin Guitar
Syndicate, disco del influyente solista de los Shadows. En la discográfica Magnet -que lanzó a Magdalene, su primer grupo- conocen su cancionero y le fichan. Rea tiene que pelearse para evitar ser lanzado como Benny Santini, una ocurrencia de la compañía a la que hace referencia el título de su primer elepé, Whatever happened to Benny Santini? (1978), producido por Gus Dudgeon.
No es la única manipulación que sufre Chris. Aquí, aprovechando una sesión fotográfica donde luce músculos, se le intenta lanzar entre el sector gay, lo que provocará algún equívoco cuando finalmente visite España. Para entonces, ya ha comprobado que le costará destacar en su país. ¿Qué ocurrió con Benny Santini? consigue el disco de oro en Estados Unidos, potenciado por el éxito del tema Fool (if you think it's
over). El eco de ese impacto hace que finalmente venda en Europa. Buena cosa, ya que su distribuidora estadounidense, United Artists, entra en barrena y Chris Rea desaparece de aquel mercado.
Rea mantiene su modus
operandi: giras regulares por el Viejo Continente -en la República Federal de Alemania es una gran estrella- y un LP por año. Así llegan Deltics (1979), Tennis (1980), Chris Rea (1982), Water sign (1983), Wired to the moon (1984) y Shamrock diaries (1985), de donde salen éxitos menores como Diamonds, Loving you, I can hear your heartbeat o Stainsby girls.
Va cambiando de productor: después de Dudgeon y Jon Kelly, desarrolla en complicidad con David Richards un sonido espacioso, arropado por un colchón de teclados. Una fórmula que alcanza su madurez con On the beach (1986). Siguiendo la pauta de Dire Straits, el disco tiene una portada conceptual, la foto de una playa desierta con una sombrilla; el tono general es melancólico, con retratos de la soledad y evocaciones de tiempos pasados.
On the beach captura la imaginación del gran público e incluso se cuela en las discotecas del verano del año de su lanzamiento, 1986, gracias a una remezcla. La carrera de Chris Rea se acelera hasta 1996, año en que una peritonitis le lleva al borde de la tumba. Cuando se recupera, decide acentuar el elemento blues de su música y, ante la resistencia de su compañía, termina trabajando por canales independientes. Genio y figura.
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