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Un inmigrante, en trance de expulsión tras denunciar a un compatriota por robo

Las ONG han criticado repetidamente la indefensión de los 'sin papeles'

Un ciudadano rumano ha visto cómo se le ha abierto un expediente de expulsión tras denunciar junto a su esposa que un compatriota y compañero de piso al que habían acogido ocultaba objetos robados en casa. Diversas ONG han criticado repetidamente la indefensión en la que se encuentran los sin papeles al acudir a comisarías para denunciar incluso casos de malos tratos, en los que se arriesgan a salir con una orden de expulsión.

El ciudadano rumano al que se ha incoado una orden de expulsión entró ayer en el centro de internamiento de Zapadores de Valencia, como señaló, Ignacio Amat, el abogado que le representa, y, "probablemente" volverá a su país acompañado de su mujer, a quien también se le abrirá un procedimiento similar al carecer de documentación. Amat lamentaba ayer el caso de este ciudadano, que se arriesga a ser expulsado si el recurso que planteará al expediente no lo remedia, tras denunciar su mujer a un compañero de piso que acogieron en su casa de Silla al observar que guardaba objetos robados en casa.

La denuncia se puso el miércoles pasado y tras salir de la cárcel, el acusado puso otra por amenazas y coacciones a su compatriota. Ante esta situación acudió a la comisaría y la Guardia Civil inició la expulsión al observar que no tenía su documentación en regla. "Se mantiene pintando casas y su mujer es asistente doméstica y cuida a un anciano; viven de su trabajo", señalaba ayer su abogado, quien destacó que es muy extraño que se incoe la expulsión a extranjeros que no tengan procesos penales abiertos, lo que, señaló, no es el caso. "No tiene antecedentes y sólo consta una acusación de un hurto hace más de un año que no se probó".

Fuentes de la Delegación del Gobierno señalaron ayer que la norma es expulsar a los sin papeles que cometan delitos "aunque hay muchos aspectos que pueden influir en los expedientes de expulsión". Además, comentaron que no se ofrece información sobre situaciones particulares.

El caso del ciudadano rumano no es el primero en el que un extranjero sin documentación que acude a poner una denuncia sale mal parado. Diversas organizaciones no gubernamentales han denunciado otros en los que los inmigrantes han sido víctimas por partida doble ya que al acudir a la comisaría a poner una denuncia se exponen a salir con una orden de expulsión bajo el brazo si no tienen sus papeles en regla. En ocasiones ha sido para denuncias de agresiones de violencia doméstica: "Si no la llego a acompañar, sale con una orden de expulsión", recordaba una abogada hace unos meses.

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