"Me gusta más jugar de central"

Carles Puyol (La Pobla de Segur, Lleida; 1978) no se concede una tregua. Al vestuario del Barcelona llega a veces a las nueve de la mañana y en la selección española trabaja incluso cuando Iñaki Sáez programa "un descanso activo". El defensa se cuida como ningún otro futbolista, igual las piernas que el pelo, consciente de que en su fortaleza física está una de las claves de su poderío y que su melena le da una fiereza que la cara le niega benignamente. Puyol ha trabajado especialmente el fortalecimiento de los isquiotibiales, los músculos que más sufren cuando frena y arranca, y mima los tendones para aumentar su elasticidad y evitar las microrroturas. Es un fanático de la preparación. Más parece que compitiera en un deporte individual que en uno de equipo. Siempre quiere estar a punto. José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del Gobierno y seguidor del Barcelona, ha proclamado: "Tengo debilidad por Puyol".

"Me cuido y me esfuerzo porque sé que para mi trabajo necesito el físico. Envidio a jugadores como Maldini o Carboni"

"Me preparé para la banda izquierda. Ahora, lesionado Salgado, debo readaptarme a la derecha aunque sea la mía natural"

Pregunta. ¿No para nunca?

Respuesta. Disfruto con el entrenamiento y la puesta a punto. No es bueno tampoco prepararse más de lo necesario. Yo cuento con un buen equipo de asesoramiento y no decido, sino que sigo las recomendaciones. Por lo demás, no todo se reduce a la cuestión física. En cualquier caso, yo necesito trabajar. Y más, últimamente, ya que las lesiones me han impedido tener la continuidad que me gusta. He acumulado hasta ocho y he tenido que prepararme para llegar bien a la Eurocopa.

P. ¿Las tiene contadas y grabadas?

R. Sí. Me perdí tres partidos por culpa de ellas. No todas han sido iguales. Algunas no me impidieron jugar.

P. Frente a los pusilánimes, ¿qué hace usted para saber jugar con dolor? ¿Cómo es capaz de soportarlo?

R. Me pruebo antes del encuentro y decido. Las sensaciones previas no me traicionan. Únicamente recaí una vez, contra el Celtic y porque me resbalé. Desde pequeño estoy acostumbrado a superar las contrariedades físicas. Estando, por ejemplo, en el Barça B, disputé la fase de ascenso de categoría con una mano rota y no me ha importado ponerme regularmente una máscara para protegerme los pómulos cuando se me han roto. Puede que en mi formación haya influido mi origen de jugador de pueblo, acostumbrado a jugar a toda hora, en cualquier sitio, sin reparar en las condiciones. Imprime carácter.

P. ¿No asume riesgos innecesarios?

R. No. Es mi manera de jugar. Y soy consciente de que no estaría donde estoy si hubiera cambiado mi forma de ser. Me cuido y me esfuerzo porque sé que para mi trabajo necesito el físico. Envidio a jugadores como Maldini o Carboni. Procuro conocer cada vez mejor mi cuerpo y trabajo para mejorar. Creo que he mejorado mucho como futbolista.

P. ¿Cómo explicaría su calidad física?

R. Digamos que soy resistente, no soy lento, soy muy pesado. Me interesa avanzar, de todos modos, en otros conceptos, especialmente técnicos. Uno de los asuntos que ahora me ocupa es el control del balón.

P. ¿Y los cambios de orientación? En el partido contra el Racing abrió el juego para Ronaldinho de campo a campo en la jugada que supuso el gol del triunfo del Barcelona.

R. Ronaldinho me dijo antes de salir al campo: "Mándame la pelota en largo, que yo corro por ella porque el rival se defiende muy adelantado". Y así sucedió. Se la tiré y Ronaldinho fue por ella.

P. Empezó a jugar de volante derecho, bajó más tarde al lateral, después pasó al puesto de central... Con Sáez ha actuado en la banda izquierda y ahora de nuevo en la derecha por la lesión del madridista Salgado. Una situación que le ha provocado cierto apuro.

R. La de lateral zurdo no es la mejor posición para mí, pero la he trabajado y no la extraño. Antes de la lesión de Salgado, me preparé concienzudamente para jugar en la izquierda y ya disputé los Juegos Olímpicos en esa demarcación. No es fácil porque tienes que girar el cuerpo y los movimientos no son tan coordinados. Exige una mayor concentración. El derecho es mi flanco natural y, por tanto, las reacciones son más instantáneas. Ocurre que ya había visualizado nuevamente el cambio. Tengo que readaptarme. Veremos.

P. ¿Le gusta saber cómo juegan los delanteros a los que se va a enfrentar?

R. Sí. Cuanto más sabes del adversario, mejor. Me interesa conocer si es rápido o no, el lado por el que desborda, cómo recibe y encara..., todas esas cosas. Y es que un defensa tiene que pensar en el marcaje y también en las coberturas, en la posición, en abrir y cerrar, en guardar la zona... Depende del entrenador. Los vídeos y las charlas ayudan a hacerte un buen perfil.

P. Sáez no acostumbra a pedir a los laterales que marquen exclusivamente al extremo, pero, por la capacidad ofensiva y el despliegue de los volantes, le solicitará seguramente que no pase del medio campo salvo necesidad.

R. El seleccionador no quiere que los laterales sean muy ofensivos o que se pasen el partido doblando a los volantes. Quiere sobre todo que se guarde la zona y se apoye el pase por detrás. Mentalmente, por lo demás, me tengo que preparar para defender por el perfil natural, como parece, o al revés.

P. ¿Qué importancia tuvo la asombrosa actuación de Reyes en el Camp Nou, en el segundo partido de la Liga, para que dejara de jugar de lateral derecho y pasara a ejercer de central en el Barça?

R. Reyes asusta, pero en ese partido yo estuve muy mal. He vuelto a jugar contra Reyes y el resultado ha sido diferente. Quien de verdad me volvió loco en su día fue Revivo. Yo juego donde me ponga el entrenador, aunque he de decir que me gusta más la posición de central. Me divierto más, intervengo más, puedo ayudar más, ser más participativo... Jugando de lateral, también disfruto, pero de otra manera.

P. Hay cierta inquietud sobre la fiabilidad defensiva española.

R. En los partidos de clasificación para la Eurocopa se dijo que la selección no tenía gol hasta que llegó el choque con Noruega. Ahora resulta que se duda de la defensa. El equipo está compensado y disponemos de tiempo para ajustar las distintas piezas.

P. ¿Cuál es su papel fuera del terreno?

R. El grupo es joven y el jefe es Raúl, un jugador completo que rinde al máximo, goleador y ganador. Los compañeros le buscamos porque simplifica los problemas, El ambiente es excelente y la disputa de la repesca nos unió más que nunca.

P. ¿Cuál es su selección favorita para el triunfo final?

R. Francia. No estuvo bien en el Mundial de 2002 y tendrá ganas de reivindicarse en este Europeo. Para mí, es la favorita. Tanto por jugadores como por bloque.

P. ¿Le han puesto precio a su melena?

R. Únicamente me la corté cuando estaba a prueba en el Barça. Me advirtieron de que me cortara el pelo y pensé que, si no lo hacía, no me ficharían. Al apercibirme de que no era un problema, dejé que creciera nuevamente. Cuanto más me preguntan, menos ganas tengo de cortármelo. Me lo cuido.

P. ¿No le tiene miedo a nadie ni a nada? De pequeño, se tiró desde un balcón.

R. No; me tiraron. Pero no tengo miedo y hay cosas que no descarto probar, como tirarme en paracaídas.