Mejor con los suplentes

Ramírez, el lateral derecho de la selección de Andorra, es policía municipal. El único jugador profesional del equipo es Ildefons Lima. Juega en el Polideportivo Ejido. El último rival de España antes de partir hacia Portugal, donde debuta el sábado contra Rusia, no era, pues, una vara de medir muy exigente para calibrar el estado de la selección. Lo que no quiere decir que el partido resultase sencillo, que no lo fue. Iñaki Sáez, el seleccionador, puso en el campo al presumible once titular en la Eurocopa durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Pero España jugó mucho mejor en el segundo tiempo, con los teóricos suplentes en el césped.

Bueno, con una excepción: Luque jugó todo el partido por las molestias que arrastra Vicente, que prefirió "no arriesgar". Puyol se desplazó a su posición natural, el lateral derecho y Bravo ocupó el izquierdo, relegando a Capdevila, el sustituto de urgencia de Michel Salgado, lesionado, al banquillo. En el segundo tiempo cambiaron nueve jugadores de campo y el juego, con los andorranos más cansados, se tranformó. Cambió todo el equipo menos Luque. Y se notó. Valerón, especialmente brillante, conectó con Torres. Xavi con Xabi Alonso. Y los dos mediocentros con Valerón y con las bandas. Las bandas, a su vez, se fundieron con Valerón y Torres. Luque funcionó también mucho mejor con sus nuevos compañeros. Se entendió, desde luego, mejor con Capdevila que con Bravo.

Sin embargo, en vista de que el oponente no suponía precisamente un desafío, España se tomó el encuentro con calma en el primer periodo: Marchena disparó por primera vez a puerta en el minuto 11. Andorra, como era de esperar, rehusó cualquier intento de avanzadilla, por furtivo que fuera -Casillas fue sustituido a la media hora sin haber tenido que tocar la pelota-. El lanzamiento más peligroso fue uno de Justo Ruiz desde casi el centro del campo que Cañizares tuvo que despejar a córner. Un saque de esquina que acabó con un gol fantasma anulado a Andorra por una falta previa. No hubo más ocasiones para el modesto equipo que dirige David Rodrigo en todo el encuentro.

La idea de los andorranos era no perder por muchos goles. Y se tomaron la tarea muy en serio. Su seleccionador consideró un éxito perder hace poco con Francia por 4-0. Ayer repitió éxito. Dispuso dos líneas defensivas de cinco jugadores. Cada una de esas telas de araña basculaba según España atacase por un flanco o el otro. Se trataba de que los españoles no penetrasen por las bandas. Y no lo hicieron hasta el segundo tiempo. Ninguno de los goles llegó por los costados.

Morientes marcó su gol 22 en 32 partidos con la selección. Se le da bien jugar con España. Un año en La Riviera francesa, en el Mónaco, parece haberle sentado bien al ariete extremeño. Además de marcar tuvo detalles que no eran frecuentes en su juego hasta que Deschamps, su técnico en el Principado, no le convenció de que es más técnico de lo que él mismo cree. Morientes fue de los que más se movieron para abrir la defensa andorrana en el primer tiempo.

Valerón, Xavi y Xabi Alonso, fueron algo más imaginativos que los hombres a los que reemplazaban: Raúl, Baraja y Albelda. Joaquín también mejoró las prestaciones de Etxeberria. Seguramente, los jugadores andorranos estaban más cansados. Andorra no efectuó los cambios con ese espíritu de amistoso, de probatura, con lo que los hizo Sáez. Así que es posible que la selección española del segundo periodo se encontrase a un rival menos tenso y disciplinado. Quizá eso facilitó que España penetrase con más facilidad y que sus jugadores combinasen con más alegría. Pero también es posible que la pareja que forman Xavi y Xabi Alonso tenga más paciencia elaborando el juego, que ofrezca más soluciones y que conciba el juego de un modo más vertical. Siempre cabe la duda de ver cómo se las hubiesen arreglado contra un centro del campo, el andorrano, más fresco, como tuvieron que hacerlo Baraja y Albelda.

En definitiva, España jugó mejor ante un equipo igual de pertrechado en defensa, pero más roto, más descosido según pasaban los minutos. Una mejoría que no se tradujo en más goles: se marcaron los mismos, dos, en cada periodo. Pero sí en mejores jugadas, en más ritmo, y en muchas más oportunidades. Torres, muy rápido en carrera y entendiendo las intenciones de Valerón tuvo varias excelentes, una de ellas una acrobacia espectacular que atajó el portero, Koldo. El delantero rojiblanco mereció salir del campo de Getafe con una muesca estadística más apuntada en su cuenta. Pero no tuvo suerte.

OTROS AMISTOSOS: Portugal, 4; Letonia, 1. Holanda, 0; Irlanda, 1. Inglaterra, 6; Islandia, 1. Dinamarca, 1; Croacia, 2. Corea del Sur, 2; Turquía, 1. Suecia, 3; Polonia, 1.