Libertad para un peruano cuyo nombre apareció en la casa de los suicidas del 11-M
El juez Juan del Olmo dejó ayer en libertad sin cargos a Luis Juan Paredes Irique, un peruano cuyo nombre apareció entre los escombros del piso de Leganés donde el 3 de abril se suicidaron siete de los presuntos autores materiales de los atentados del 11-M, y en la casa de Morata de Tajuña, donde el 10 de marzo se ensamblaron las bombas que estallaron en los trenes.
Paredes, mecánico de profesión, es novio de la madre de la novia de Jamal Ahmidan, El Chino, uno de los suicidas de Leganés. Ayer, Paredes confirmó la relación y dijo que conoció a Jamal a finales de 2003, cuando se lo presentó su novia. Agregó que sólo una vez, en enero de este año, estuvo en la casa de Morata de Tajuña, donde fueron invitados. Sin embargo precisó que no tenía trato con Jamal, aunque creía que se dedicaba a la compraventa de oro y de coches.
En su calidad de mecánico conocía a varios de los implicados y a alguno de los suicidas, porque les reparó sus coches.
Paredes Irique no puede abandonar el territorio nacional sin comunicarlo al juzgado.
Ayer declaró de nuevo, a petición propia, José Emilio Suárez Trashorras, la persona que presuntamente facilitó los explosivos a los terroristas. El imputado mantuvo la misma versión que en ocasiones anteriores y, según fuentes judiciales, no aclaró los puntos oscuros de su actuación por lo que la declaración no sirvió para nada.
Para el próximo lunes está prevista la declaración de Younes Alouia, un marroquí detenido el pasado jueves en Ibiza por su presunta vinculación con los hermanos Mohamed y Rachid Oulad Akcha y con Jamal Ahmidan, El Chino, con los que presuntamente mantuvo relaciones por tráfico de drogas.
