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Tres acusados de tirotear por detrás a un 'narco' dicen que fue accidental

Tres acusados de matar de un disparo por la espalda a un narcotraficante, en febrero de 2002 en Murla (Marina Alta), alegaron ayer que la escopeta se disparó accidentalmente durante un forcejeo sostenido entre la víctima y los tres encausados. Los procesados, entre ellos un padre y un hijo, alegaron que el fallecido, Ángel A. S., les amenazó previamente de muerte con una navaja, durante la vista oral del caso.

La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo de los acusados a tres individuos -Antonio Moragues Díaz, José Antonio Moragues Serrat y Dieter Ludwig Laube- procesados por los delitos de asesinato y de tenencia ilícita de armas. El ministerio público reclama, provisionalmente, para ellos 19 años y seis meses de cárcel. Además, el fiscal imputa a un cuarto individuo, Alfonso Pérez Ribot, acusado de encubrir el asesinato, hecho por el que le reclama un año y medio de cárcel.

Según relata el escrito del ministerio público, la agresión mortal se desencadenó después de que la víctima amenazara de muerte a uno de sus presuntos asesinos, concretamente a José Antonio Moragues, para que le abonara la cantidad que le adeudaba, correspondiente a una operación de compraventa de droga. Fue entonces cuando José Antonio decidió llamar a su padre, Antonio Moragues, para que interviniera en el asunto. Éste se personó en el domicilio de su hijo en compañía de un tercer acusado, Dieter Ludwing. Los tres redujeron a la víctima y la obligaron a introducirse en el vehículo. Dieter Ludwing condujo el coche hasta un lugar de Murla, poco concurrido. Allí, le descerrajaron dentro del turismo un tiro por la espalda a la víctima. Seguidamente, arrojaron el cuerpo todavía con vida por el terraplén de la carretera y le abandonaron en un descampado. La víctima falleció desangrado.

Ocultación de pruebas

Para ocultar las pruebas, los enjuiciados quemaron el vehículo donde fue asesinado y las ropas ensangrentadas. Una cuarta persona, Alfonso Pérez, fue quien recogió a los tres en el lugar del crimen y posteriormente acompañó al propietario del vehículo y, a su vez, también responsable de la muerte hasta el cuartel de la Guardia Civil para denunciar la sustracción del vehículo. Ayer, los tres declararon que el fallecido les amenazó con matarles con un estilete, motivo por el que uno de ellos agarró la escopeta que se encontraba en el suelo del asiento de atrás. Un forcejeo, señalaron, entre ellos acabó por accionar el arma. El cuarto acusado negó conocer los hechos.

Por otro lado, la sección tercera de la Audiencia de Alicante juzgó ayer a tres personas, una de ellas mujer, acusada de acabar con la vida de otra durante una discusión en el pub K.M, en la avenida de Alcoi de Alicante. El fiscal pide para los dos principales acusados doce años de cárcel por homicidio y 5 años por intento de homicidio para la mujer.

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