"La adicción a Internet es un mito"
Helena Matute, catedrática de Psicología de Deusto, ha ganado uno de los premios de divulgación de la Casa de Ciencias de A Coruña por su libro Adaptarse a Internet. Mitos y realidades sobre los aspectos psicológicos de la red, donde desmonta algunos de los supuestos problemas psicológicos que se achacan a Internet.
Pregunta. ¿Qué hace una catedrática de Psicología estudiando Internet?
Respuesta. Algunos definen la red como el Gran Centro Comercial; a mí me gusta definirla como el Gran Laboratorio Psicológico. En Internet, los psicólogos podemos realizar experimentos que por razones éticas no se pueden en laboratorio: cambios de identidad, reacciones ante la mentira, formación de grupos, condicionamiento de hábitos, liderazgo, desarrollo de prejuicios, etcétera. Las emociones son tan reales en Internet como en la vida.
P. ¿Qué mitos y realidades destaca de Internet?
R. Hay demasiados mitos. En realidad, Internet no genera adicción ni depresión, sino ansiedad, y sólo en las primeras fases, cuando aún no sabemos desenvolvernos. El cibersexo a veces es patológico, pero en la mayoría de casos es simple entretenimiento o curiosidad. La gente, a condición de mantener el anonimato, a veces es más sincera en Internet que en el mundo físico. Hay que investigar más antes de seguir sembrando alarmas infundadas. Los estudios actuales están demostrando que el uso de Internet puede ser incluso muy saludable para ciertas personas.
P. ¿En qué se basa para estimar la adicción a Internet un mito?
R. Aunque algunos de mis colegas no están de acuerdo, un par de datos indican claramente que no existe. Uno, que según las estadísticas, lo que hacen los supuestos adictos cuando están en Internet es charlar con sus amigos. Si estuvieran charlando en el bar nadie diría que son adictos. Y dos, que en la mayoría de los casos la supuesta adicción desaparece en menos de un año. Al principio, la red puede fascinar a cualquiera. Las adicciones, en cambio, se agravan con el tiempo. Por eso no es adicción, aunque no descarto que haya personas que puedan tener problemas. Hay que hacer un diagnóstico individualizado para saber si es un desajuste pasajero o un problema serio.
P. ¿Cómo nos afecta psicológicamente Internet?
R. Elimina barreras y estereotipos sociales y puede incluso ayudar en el desarrollo de la personalidad, especialmente en el caso de adolescentes. Pero también surgen nuevos problemas, como los malentendidos, derivados de no poder verse al hablar.
P. ¿Y el cibersexo?
R. El número de personas para las que el cibersexo es patológico es relativamente pequeño: un 8%, porcentaje similar al de la población general. Son personas que pueden pasar más de 10 horas semanales en sitios de contenido sexual. Para los usuarios ocasionales no pasa de ser mera curiosidad y entretenimiento, similar a hojear un Playboy. Con relación a los niños, creo que los adultos deberíamos tener cuidado y prevenirles sobre posibles problemas, de la misma manera que en el mundo físico procuramos saber por dónde andan y con quién. Hay razones para creer que podrían darse algunos problemas a largo plazo.
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