El festival de Peñíscola recrea la locura de 'The rocky horror picture show'

El Festival Internacional de Comedia de Peñíscola vivió ayer una noche mágica al recrear, con la proyección de The rocky horror picture show, el espíritu de locura que acompaña a las proyecciones de la mítica cinta de Jim Sharman desde hace más de 25 años. La sección oficial dio un paso atrás en su nivel de calidad con la decepcionante El año de la luna, de Antonio Gárate.

El 1 de mayo de 1976, en una proyección nocturna de The rocky horror picture show en Nueva York, un espectador gritó "¡Cómprate un paraguas, puta barata!" como réplica a uno de los diálogos de la película. A partir de entonces, cada proyección de la cinta de Sharman acostumbra a ser una fiesta en la que los espectadores acuden disfrazados de los personajes del filme, intervienen con frases ingeniosas, cantan las canciones de su banda sonora y lanzan confetis a la platea. Ése fue el espíritu festivo que rescató ayer el certamen de Peñíscola en el pase de la película que se realizó en el Palau de Congressos y que estuvo animado por el grupo teatral Espacio3, que, siguiendo el imprevisible guión que se repite desde hace un cuarto de siglo, metió a los espectadores en plena locura con sus gritos y sus cánticos..

La fiesta estuvo precedida del estreno de El año de la luna, de Antonio Gárate, única película que se presentó ayer en la sección oficial. El propio director la definió como "una película coral que descansa en el trabajo de los actores". Y así es, porque su reparto está plagado de caras conocidas, procedentes en su mayoría de las series televisivas de éxito, pero el intento de Gárate de pintar un retrato casi minimalista de las relaciones afectivas queda empañado por culpa de un guión plagado de lugares comunes y una apuesta por buscar un lenguaje propio desde el punto de vista formal que, en vista de los resultados, parece más un ejercicio de pretenciosidad que un instrumento al servicio de la historia.