"Nos estamos dejando todos la piel"
Lolita Flores (Madrid, 1958) disfruta intensamente de su tardía vocación de intérprete, reconocida con un Premio Goya 2002 a la actriz revelación por su papel en Rencor, de Miguel Albaladejo. Ha regresado a televisión con doblete en las dos cadenas privadas. Protagoniza La sopa boba, la nueva tira diaria de sobremesa de Antena 3 (15.45), comedia de Miramón Mendi en la que interpreta a Julia, ama de casa que, divorciada tras 21 años de matrimonio, se echa a la espalda los ruinosos negocios que su ex le cede como regalo envenenado. Con la ayuda de amigos y empleados, y mucho humor, tratará de salir adelante. Y el martes se incorporó a Hospital Central. En la serie de Tele 5 -que grabó en enero- se mete en la piel de una angustiada madre soltera que busca, a lo largo de cuatro episodios, un donante para su hijo enfermo del corazón. "La gente se va a entretener muchísimo. Me va a ver llorando por la noche y riéndome por la mañana", bromea.
Pregunta. Después de los dramas de Rencor, del telefilme La historia de Estrella -estrenado por Antena 3 el pasado diciembre y con un argumento de malos tratos como telón de fondo-, del cameo en Hospital Central... por fin un cambio de registro.
Respuesta. En La sopa boba está mi vena cómica más a flor de piel, cosa que agradezco. Me gusta el papel, y los matices del personaje, Julia, que pasa de la alegría a la tristeza, de la rebeldía a la ternura... Además del equipo. Lo estoy haciendo con el corazón, y nos estamos dejando todos la piel.
P. ¿Y cómo se convenció para aceptar el reto?
R. Llegué a grabar Noche de fiesta. José Luis Moreno [propietario de la productora y director del programa de variedades y de la mayoría de los capítulos de la comedia] ensayaba. Me miró y me dijo: "Tengo un papel para ti, para una serie. ¿Quieres hacerla?". Le pedí el guión, que leí mientras esperaba para grabar, y cuando tuve que salir a cantar le dije que sí.
P. Su compromiso con La sopa boba llega hasta principios de julio. ¿Va a poder hacerlo compatible con alguna otra de sus ocupaciones, como la música?
R. De momento estoy metida a saco. En julio y agosto ya haré mis galitas, si me salen, además del disco que preparo para el año que viene. Si funciona la serie, seguiré adelante, porque me gusta mucho esta faceta, quizá porque llevo 30 años cantando. Hace dos años descubrí lo que me gusta meterme en la piel de otra gente.
P. ¿Y qué tal se entiende con José Luis Moreno?
R. Es un profesional. Exigente, pero sabe lo que exige. Y también lo da.
P. La sopa boba compite directamente con el cotilleo agresivo de Aquí hay tomate, que registra una audiencia excelente. Sin embargo, los índices de su serie rondan los dos millones, con un 16% de cuota de pantalla. ¿Está preocupada?
R. Pues no, no creo que sea un mal resultado para una ficción de sobremesa de 20 minutos. Algún día hemos empezado con un 16% y al final del capítulo los índices han subido hasta el 18%, y esos datos no son para estar triste. Pienso que la serie va a ir subiendo.
Claro, está el handicap de Aquí hay tomate
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