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Columna
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'Fregoneta'

Sócrates aseguraba en sus últimos días: "Sólo sé que no sé nada". Unos cuantos siglos después, nos ha salido aquí y ahora una presocrática convulsa, fanática y locuaz: la viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid, doña Carmen González, que ha declarado sin rubor: "Defiendo el derecho a la ignorancia". Se refiere la doña, concretamente, a los inmigrantes y a los gitanos. Y se explica así la señora viceconsejera: "El niño gitano lo que quiere es ir con su padre con la fregoneta al mercado a vender fruta". Ha tenido que retractarse, la mujer, por la cuenta que le trae si quiere conservar su desmesurado cargo. Pero sus deslices auguran por dónde van los proyectos educativos, o el despiste, de la presidenta Aguirre, que bastante tiene ya con la movida antiteológica de su cuñado en el Círculo de Bellas Artes.

Malos tiempos para la esperanza popular. A pesar del bochorno, el consejero Luis Peral ha tenido a bien defender a su subordinada. De todo lo cual se colige que no se le pueden pedir manzanas a un peral.

Félix Pantoja, vocal del Poder Judicial, ha calificado lo dicho como "una barbaridad", y no se explica cómo una persona de tamaño talante ocupa "un cargo de responsabilidad". Se omite, sin embargo, la capacidad neologista de la susodicha viceconsejera. Ella nos ha aclarado que una fregoneta no es una fregona pequeña, sino una furgoneta donde los gitanos amamantan y educan a sus hijos, a falta de alguien que los entienda. A poco que caviles, llegas a la conclusión de que también una patera es estupenda escuela para la infancia. Todo es cuestión de itinerarios.

Pasado mañana, martes, se realiza en Madrid una marcha a las 19.30 contra la política educativa de la Comunidad, desde la plaza de la Villa hasta la Consejería de Educación. Algunos irán a pie, otros andando. Ahora bien, doña viceconsejera, unos cuantos acudirán en fregonetas. Tome usted buena nota, señora Aguirre, porque los tiempos están cambiando. Vaya a la Feria del Libro.

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