Camps defiende el PHN en Madrid junto al presidente murciano, empresarios y agricultores

El presidente del Consell, Francisco Camps, y el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, participaron ayer en Madrid en un acto en defensa del PHN, que congregó a cerca de 2.000 personas, según cálculos de la Generalitat. Entre ellos, representantes de 120 organizaciones agrarias y empresariales de ambas comunidades autónomas. Durante el acto, se dio lectura a un manifiesto en el que se ratifica "la unidad de la sociedad civil levantina" en favor del trasvase. En Valencia, Joan Ignasi Pla, líder del PSPV, sugirió que Camps defiende los intereses de constructores y especuladores.

Los salones de un céntrico hotel madrileño acogieron ayer el encuentro entre representantes políticos, empresariales, y agrarios de la Comunidad Valenciana, la de Murcia, y de la provincia de Almería. Junto a ellos había numerosos agricultores de dichos territorios, trasladados a la capital en una docena de autobuses que permanecieron aparcados a las puertas del hotel. Al acto acudieron también habitantes de Madrid, que a la defensa general del trasvase del Ebro unieron sus críticas al nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Entre la nutrida representación institucional valenciana pudo verse a los consejeros de Infraestructuras, José Ramón García Antón, y de Cultura, Esteban González Pons; al presidente de las Cortes Valencianas, Julio de España; y a numerosos alcaldes, entre ellos los de Valencia, Vila Real, Orihuela, Alcoi y Mislata. Rafael Ferrando, presidente de Cierval, encabezó la representación empresarial, y el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante, la agraria, ante la ausencia del presidente de AVA, organización que contó con representantes de menor rango, según fuentes de la Generalitat.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, reiteró la adhesión al manifiesto en defensa del PHN de "todos los representantes de la sociedad civil valenciana". Camps argumentó su rechazo a la alternativa de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, negando la existencia de dicha solución, centrada en la desalación de agua marina para obtener nuevos caudales (336 hectómetros cúbicos para la cuenca del Segura y 265 para la del Júcar).

El trasvase se va a parar "sin dialogo, con prepotencia, sin explicación y sin alternativa", dijo el jefe del Consell, que insistió además en que las obras previstas por Narbona ya estaban contempladas entre las medidas complementarias al trasvase que contenía en PHN diseñado por el Gobierno del PP. Tal y como había dicho poco antes el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, Camps repitió en varias ocasiones que "el agua que el Ebro vierte al mar es de un río español, de un río de todos", a la vez que deploró que "se intente acabar en pocas semanas con 13 años de esfuerzos para hacer el Plan más ambicioso de la historia de España".

El presidente valenciano terminó su discurso con un "no, al decretazo caprichoso lastrado por complejos políticos", en referencia al decreto ley que, como ha asegurado Narbona, terminará en breve con el trasvase, una decisión "errónea" que, según Camps, viene motivada por presiones de los tripartitos aragonés y catalán al Gobierno central.

En Valencia, el líder del PSPV, Joan Ignasi Pla, calificó de "equivocación" la cita madrileña, porque, en su opinión "la sociedad civil" de las zonas necesitadas de agua "ya le ha dicho al Consell y al PP" que la "confrontación no es el camino". Pla afirmó también que muchos valencianos "estarán preguntándose si Camps y su Gobierno están defendiendo los intereses de los especuladores y de los grandes constructores en Madrid", en alusión a la participación que estos tendrían en la realización del trasvase.

El principal acompañante político de Camps en Madrid, el presidente de Murcia, insistió por su parte en el "consenso" suscitado alrededor del PHN cuando se aprobó "con el apoyo de varias comunidades gobernadas por los socialistas", y aseguró que el trasvase se hará "algún día". "Esto es una derogación sin alternativa: nos están robando la cartera".

Fuentes de la Generalitat aseguraron que los gastos de transporte corrieron a cargo de las organizaciones congregadas. Junto a los regantes, y a los representantes empresariales, llamaba la atención la presencia de ciudadanos de a pie, como dos familias colombianas con sus hijas menores de edad, que habían viajado con la Fundación cultural Blasco Ibáñez de Alaquàs.