El consumo y la inversión elevan el crecimiento al 2,8%

El motor interno de la economía española ha impulsado el crecimiento hasta el 2,8% en el primer trimestre del año, una décima más que en el último de 2003. La fuerza del consumo y la inversión en construcción y, especialmente, en bienes de equipo, explica casi en su totalidad este avance del PIB y ha permitido contrarrestar el empeoramiento del sector exterior, que resta un punto al crecimiento económico. El empleo mantiene un ritmo del 2,1%, con 343.000 nuevos puestos creados.

El nuevo equipo de Pedro Solbes arranca con la situación económica a un paso acelerado. La economía española ha llegado al primer trimestre con más crecimiento que en 2003, igual que sus socios europeos, pero a mayor ritmo. El PIB español avanzó un 2,8% respecto al mismo periodo del año anterior, según las cifras de contabilidad nacional que dio a conocer ayer el INE.

El dato, seis décimas por encima del contabilizado hace un año, es el más elevado desde el tercer trimestre de 2001. La cifra confirma el avance que publicó el Banco de España hace tres semanas. No obstante, en relación con el trimestre anterior, el crecimiento ha sido de seis décimas, una menos que en el periodo precedente.

Ese empuje continúa asentado en la demanda interna, que creció un 3,8%, con el consumo y la construcción como elementos más dinámicos. El gasto de los hogares se acelera hasta el 3,2% y el de las administraciones públicas, aunque se modera una décima, continúa elevado (4,7%).

Prosigue el vigor de la construcción, que mantiene su crecimiento respecto al trimestre anterior en el 3,6%. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, aseguró ayer que no ha detectado desaceleración en construcción residencial, frente a lo que sostenía el Banco de España en su último informe. Esta institución percibía un "menor ritmo" en la edificación residencial, unido a un "mayor dinamismo" en la no residencial.

Pese a que la principal aportación al crecimiento proviene de estos dos elementos, la inversión en bienes de equipo, la más ligada al factor productivo, se reanimó en el primer trimestre, con un crecimiento del 1,6% que contrasta con el estancamiento (0,1%) del trimestre anterior.

Frente a los buenos datos referentes a la demanda interna, el sector exterior empeoró su aportación al crecimiento. De restar cuatro décimas en el último trimestre del año ha pasado a quitar un punto al PIB. Como en trimestres anteriores, el empeoramiento obedece a que las importaciones aumentan a un ritmo mucho más intenso que las exportaciones.

Las compras al exterior avanzan al 6,7%, cuatro puntos más que en el periodo precedente, y las ventas han pasado del 1,8% al 4,1%. El responsable de Economía admitió que esta tendencia refleja "dificultades [de los productos españoles] para competir en los mercados exteriores e interiores".

Más ocupación

El empleo avanza a un ritmo idéntico al del último trimestre del año, con un crecimiento del 2,1%. Esa variación equivale a 343.000 puestos de trabajo a tiempo completo (medidos en términos de contabilidad nacional, que no coinciden exactamente con la encuesta de población activa, la de referencia). Sin embargo, no todas las ramas de ocupación evolucionan tan favorablemente. Agricultura e industria registran caídas superiores al 2%; energía desciende levemente y son construcción y servicios, con un 4% y un 3,5% respectivamente, los únicos sectores donde el empleo crece.

El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, considera que el crecimiento del 2,8% está "en línea" con la previsión del 3% fijada para todo el año. Los sindicatos UGT y CC OO destacan los desequilibrios existentes entre la demanda interna y la debilidad exterior. Las Cámaras de Comercio valoran que los atentados del 11-M no hayan afectado al crecimiento económico.