Una goleada inservible

Nadie cumplió su objetivo ayer en Zorrilla. El Villarreal depedía de sí mismo para estar en Europa sin necesidad de pasar por la Intertoto, pero cayó, y lo hizo con estrepito, porque se comportó con una indolencia extraña a su situación. Nunca tuvo el control, apenas generó ocasiones y se pasó la última hora y media del campeonato deambulando por el césped sin nada que decir porque Paquito no encontró la manera de inyectar estímulo alguno en sus jugadores y al final, con Jose Mari expulsado por una agresión sobre Zapata, salieron del campeonato goleados. La situación contraria la vivió el Valladolid que rozó el milagro porque se pasó casi una hora con la permanencia en el bolsillo y porque, por fin, volvió a ganar, aunque solo sirvió para hacer más dulce el descenso, algo que no ocurría desde hace once años.

El Valladolid hizo acopio de esperanza y salió con toda la decisión y toda la intensidad que le ha faltado en los dos últimos meses. Comenzó a controlar el choque pero las carencias que le han llevado donde está volvieron a aparecer y todos los ataques morían a los pies de los centrales. Entonces apareció Losada, el delantero a quien ya nadie esperaba porque desde la lesión de Makukula él ha sido la referencia ofensiva pero su racha hay sido nefasta. El primer balón que recibió lo mandó dentro. El Valladolid comenzó a jugar como lo hizo en la primera vuelta. Para colmo de bondades el Espanyol y el Celta no marcaban y el Valladolid, momentaneamente, se quedaba en Primera.

El Villarreal no reaccionó al gol, al contrario, acusó el golpe y quedó a merced de su rival. La situación se agravó con la expulsión de Jose Mari que había sido la única referencia en ataque. El equipo castellonense se desajustó por completo y en todas sus líneas y así llegó el segundo gol del Valladolid, otra vez de Losada.

Llegó el gol del Espanyol y Zorrilla se convirtió en una tumba. Santos, el entrenador de las últimas cuatro jornadas inició un carrusel de despedidas, entre ellas la de Caminero que nada más salir cabeceó un centro de Xavi Moré a la red con la colaboración de la pasividad de los centrales del Villarreal que echaron otro borrón ante un equipo, que pese a ganar y golear, se va al pozo de la Segunda.