La subida del SMI

La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) va a tener importantes repercusiones en todo el entramado económico-social de nuestro país. El SMI es un indicador que no sólo sirve de suelo de la escala interprofesional de salarios, sino que es utilizado en muchos ámbitos como factor medidor de riqueza. De esta forma, se acude al SMI en aspectos tan diversos como las ayudas sociales, la concesión de becas o el acceso a una vivienda, siendo utilizado en muchos casos como tope de las prestaciones públicas. De ahí que, junto a la subida, se haya decidido desvincular este dato de las demás prestaciones y ayudas públicas, con la intención de minimizar los costes públicos y evitar una repercusión excesiva en la inflación.

El SMI será sustituido para estos supuestos por un nuevo indicador, al que se ha denominado indicador de rentas públicas con efectos múltiples (IPREM), y que se va a mantener en los actuales 460 euros, debiendo ser revalorizado anualmente en las leyes de Presupuestos. El SMI quedaría tan sólo como renta salarial. El objetivo es incrementarlo en 30 euros en el mes de julio (hasta los 490 euros), e ir subiéndolo escalonadamente a lo largo del año hasta alcanzar los 600 euros en el mes de diciembre.

Su trascendencia sobre el ámbito estrictamente laboral no será excesivamente amplia, teniendo en cuenta que el SMI está atribuido a los trabajos menos cualificados, previendo los convenios colectivos generalmente cantidades mucho mayores. Pero su repercusión podría ser mucho mayor si se traslada a la negociación colectiva, puesto que la subida del salario mínimo no puede sino incentivar a los representantes sindicales para que tal incremento se extienda a los demás tramos salariales.

Hay que tener en cuenta, además, que el SMI se va a desvincular de todas las ayudas públicas, salvo las prestaciones por desempleo. El cálculo de estas prestaciones se realiza en función del SMI, bien directamente, en el caso de los subsidios por desempleo, bien como tope, en el caso de la prestación por desempleo. De ahí que la subida del SMI sí que va a implicar el aumento automático de todas estas prestaciones, y un aumento considerable del gasto presupuestario.