LAB reconoce la "pérdida de perfil sociopolítico" en su sexto congreso

El sindicato abertzale LAB abrió ayer en Pamplona su sexto congreso aprobando un autocrítico informe sobre la gestión de los últimos cuatro años. Se reconoce en él la "pérdida de perfil sociopolítico" de la organización "como sujeto de cambio social en las empresas y la sociedad" y se señala que el sindicato no ha sido capaz de asentar una estrategia de negociación colectiva adecuada a los colectivos que sufren "la tremenda ofensiva de medidas de desvertebración de la clase trabajadora impulsada por la patronal y las administraciones". El informe, leído por el secretario general saliente y candidato a la reelección, Rafael Díez Usabiaga, no recibió ningún voto en contra de los más de trescientos delegados del País Vasco y Navarra reunidos en Baluarte, aunque cosechó quince abstenciones.

La autocrítica contrastó con las reiteradas alusiones de Díez Usabiaga a la "coherencia" de LAB como "agente social con legitimidad y prestigio" y "referente" esencial de la izquierda nacionalista en momentos de "tránsito político". En su intervención no hubo ni una sola mención a la violencia terrorista ni a ETA, aunque sí aludió a las "ilegalizaciones" las "detenciones masivas" el "cierre de periódicos", los "ataques al euskera" o la "criminalización del abertzalismo". LAB considera que el derecho de autodeterminación sigue siendo la base para los "soluciones, de paz y de normalización".

En el terreno sociolaboral, dibujo un panorama dominado por el reparto desigual de la riqueza y el aumento de los desequilibrios, la creciente precariedad, la subcontratación abusiva, la externalización de servicios y el aumento de los "falsos autónomos". También acusó a las patronales vasca y navarra de "alinearse institucionalmente" con quienes se oponen a la soberanía, con el apoyo "resignado", dijo, de CC OO y UGT.

"Tendencia a la resignación"

Respecto a la incidencia de LAB, el balance de Díez Usabiaga fue crítico. Ha tenido 7.000 nuevas altas en los últimos cuatro años (cuenta con 34.761 afiliados) y la central ha crecido en Vizcaya y Guipúzcoa, pero se ha estancado en Álava y Navarra y ha acusado un "parón" en la adaptación de su modelo sindical. Actualmente LAB posee el 16,4% de los delegados sindicales en Euskadi y el 11,76% en Navarra. Habló de "tendencias a la resignación" ante el "poder incuestionado" de la patronal y de "pérdida de frescura y creatividad" que ha conducido al sindicato, según su máximo portavoz, "a la incapacidad de readaptar su acción ante los grandes cambios que patronal y administraciones han provocado en el mercado laboral".

La ponencia político-sindical aprobada propugna un modelo vasco de relaciones laborales que no se limite a responder a las normativas estatales, sino que trabaje para formar un "espacio propio en Euskal Herria" de acuerdos globales con empresarios y administración, iniciativa "que no ha sido valorada suficientemente por parte de ELA", afirmó Díez Usabiaga.