Un grupo de 25 figuras de bronce "moldeadas al sol" muestra la pasión tardía de Dalí por la escultura

Dalí era muy disciplinado. Por las mañanas pintaba y a mediodía le gustaba sentarse junto a la piscina y modelar figuras de cera con el calor del sol. "Es lo que se ha llamado papiroflexia en cera", explicaba ayer la comisaria de la exposición Salvador Dalí Escultor, muestra que reúne en Málaga un conjunto de bronces expuestos por primera vez en España cuyo molde hizo en cera. La mayor parte corresponde a los años 70, época en la que alcanzó fama mundial. La muestra incluye el Cristo de San Juan de la Cruz, bronce que responde al reto de presentar un Cristo doliente "sin cruz ni heridas".

Salvador Dalí (1904-1989) comenzó a esculpir con los dedos, como si fuera un niño. Utilizaba ceras especiales con las que creaba los originales rápidamente. Las llevaba a la fundición y allí hacían un molde original. La Fundación Unicaja ha organizado en Málaga una exposición en torno a la figura escultórica del artista catalán con motivo del centenario de su nacimiento.

Las obras, 25 bronces creados cuando tenía más de 60 años, se pueden ver en el Palacio Episcopal de la ciudad. Proceden de la colección del galerista Isidro Clot. "Un día, visitando el estudio de Dalí, descubrió sus esculturas y acordó comprarle todas las piezas que creara a partir de ese momento", explicó ayer Carolina Artola, comisaria de la exposición.

A pesar de que la escultura es la faceta menos conocida de Dalí, la investigación tridimensional -la materia, el volumen y el espacio- siempre llamó su atención. La muestra está organizada en cinco apartados que corresponden con preocupaciones del artista como su amor a España, la mitología o el ámbito religioso. Entre las obras, que ya han sido expuestas en países como Japón y Estados Unidos, Artola destaca el Cristo de San Juan de la Cruz. "Es la respuesta a un reto lanzado por Lorca", cuenta la comisaria, "quien se lamentaba de que en las obras siempre se presentara como una figura doliente. Por ello Dalí creó una figura bella, sin cruz, ni heridas".

Artola destaca la relevancia del Cristo de las Moscas, una pieza que refleja la predilección del artista por estos insectos. "Se untaba los bigotes de miel para atraerlas", contó. Dalí representa al mártir con una gran mosca que emerge de su pecho.

Los bronces de temas religiosos ocupan un lugar privilegiado. "Corresponden a su última época. Se acentuó su vocación y llegó a acercarse al régimen franquista", señaló Fernando Francés, organizador de la exposición.

De la época mitológica, la comisaria señala, Perseo, un homenaje de Dalí al escultor renacentista Benvenuto Cellini. "Admiraba mucho el Renacimiento, creía que había retratado a Perseo tan bien que decidió hacer una copia". También homenajea a Marcel Duchamp con la obra Mujer desnuda subiendo la escalera. Se inspirada en uno de sus cuadros cubistas y esculpe la figura de una mujer subiendo por una caracola.

Hay piezas curiosas como El dragón cisne elefante, escultura con la que consigue que se vean estas los tres animales cambiándola de postura. "Haber conseguido esto en cera, es algo verdaderamente asombroso", dijo Artola. La muestra se podrá visitar hasta el 21 de julio.