_
_
_
_
Reportaje:

Novilla, urogallos y juegos de café

El Príncipe y Letizia reciben cientos de regalos de todo tipo por su boda

Elsa Granda

Si el Príncipe y Letizia acogieran en palacio todos los regalos que han recibido, su hogar parecería un zoo, un museo o los almacenes de Patrimonio Nacional. Hay de todo y para todos los gustos: originales, clásicos, sorprendentes e incluso absurdos. Desde su compromiso, en la Zarzuela se han instalado un ir y venir de objetos de la más variada procedencia. Gobiernos de todo el mundo, comunidades autónomas, ayuntamientos, asociaciones y particulares han felicitado a la pareja. Cada cual, a su manera.

Uno de los regalos más madrugadores fue el del Atlético de Madrid. El Príncipe recibió en mano unos patucos y una camiseta del club con el nombre de Letizia. A dos días del enlace, fuentes de la Zarzuela no desvelan el destino de los presentes -"eso tendrá que decidirlo la pareja"-. De momento, en los sótanos comparten espacio un sinfín de vinos y licores, obras de arte, vajillas, libros, joyas, mantelerías, muebles, alfombras y hasta una liga confeccionada por una empresaria vasca que, cada vez que oye campanas de boda real en Europa, crea una auténtica joya de encaje y perlas.

El presidente chileno obsequia con la remodelación de un colegio para hijos de madres adolescentes

Aunque es comprensible que la pareja no se rinda a una costumbre tan plebeya como la lista de boda, que cada uno regale lo que quiera tiene sus riesgos, y no sólo por aquello de encontrarse con 15 juegos de café. La Asociación para la Defensa del Borrico les ha obsequiado con un par de asnos -Ruiseñor y Calandria-, como ya hizo en las bodas de las infantas. Completan la lista de regalos pasmosos una novilla de raza morucha de Salamanca y una pareja de urogallos.

No son los únicos seres vivos entre el desfile de regalos reales. Además de una pareja de mastines, ha llegado un cerezo de la variedad pico negro del Consejo regulador de la Denominación de Origen del Valle del Jerte, un olivo picual del Ayuntamiento de Jaén y un camelio de Vigo.

Menos problema de espacio dan los regalos musicales. El del Ayuntamiento de Madrid, obra de Nacho Cano; el obsequio del Ayuntamiento de Oviedo, una marcha nupcial, y el de Gran Canaria, un disco creado para la ocasión, interpretado por la Orquesta Filarmónica de la isla. A ritmo de sevillanas, Raya Real ha grabado un tema en el que cada estrofa narra un pasaje del noviazgo. Incluso les han enviado una campana de más de mil kilos. Hay además varios cuadros, el presidente del Gobierno ha optado por una escultura y el lehendakari por una xilografía, de Chillida, y abundan los libros antiguos dada la gran afición de la pareja a la lectura.

De los regalos gastronómicos perecederos, algunos han ido ya a la caridad, otros se han consumido en la Zarzuela y buena parte se servirá en la boda. Incluso les mandará un llagar el Ayuntamiento de Ribadesella (Asturias) para que hagan su propia sidra, con el compromiso de que cada año les mandarán la manzana necesaria.

Tampoco faltan, claro está,regalos más típicos de una boda como vajillas, mantelerías o juegos de café. O vacaciones en el mar (la suite real del Qeen Mary II, que podrían utilizar para llegar a Atenas para la inauguración de los Juegos Olímpicos), en una isla (Gran Canaria) o en Asturias, donde han puesto a disposición de los novios caseríos y palacios. Y un regalo solidario, el del presidente de Chile, Ricardo Lagos: la remodelación y equipamiento "en nombre de los Príncipes" de la sala cuna del colegio Santa María de Conchalí, que atiende a hijos de madres adolescentes.

Todos los envíos son agradecidos por la Casa del Rey. Fuentes de la Zarzuela aseguran que no existe un protocolo para los regalos, que cualquier detalle se agradece, y que se han recibido consultas sobre algunos presentes "que podían ser más arriesgados". No explicaron cuáles.

El pintor Luis Azón (derecha), autor del cuadro que regalan los nobles asturianos a los novios.
El pintor Luis Azón (derecha), autor del cuadro que regalan los nobles asturianos a los novios.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_