Zapatero desea al Príncipe y a Letizia que "su felicidad sea la de todos los españoles"
Don Felipe y su prometida almorzaron ayer en el palacio de la Moncloa con el Gobierno
El príncipe de Asturias y su prometida acudieron ayer al palacio de la Moncloa para almorzar con el Gobierno en su última visita a los poderes del Estado cuatro días antes de su boda. Con estas citas, los novios quieren dar las gracias a todos los que están contribuyendo a la organización de su enlace. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dejó a un lado cualquier referencia política para desear a la pareja que "su felicidad sea la de todos los españoles". En el brindis, Zapatero leyó el poema Los justos, de Jorge Luis Borges. El Príncipe resaltó el significado institucional de su boda.
Don Felipe y Letizia Ortiz aparecieron ayer por última vez juntos en un acto oficial antes de que se inicien las celebraciones de su boda, prevista para el sábado a las once de la mañana. La agenda de la pareja finalizó con una visita al palacio de la Moncloa, donde Rodríguez Zapatero y su Gobierno ofrecieron a los novios un almuerzo. El único ausente de la cita fue Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores, de visita oficial en Oriente Próximo.
La pareja real llegó al edificio principal del complejo de La Moncloa caminando. En la escalinata de entrada les aguardaba el matrimonio Rodríguez Zapatero. Era la primera vez que Sonsoles Espinosa, la esposa del presidente, ejercía de anfitriona. La falta de experiencia se notó, ya que durante unos segundos las dos parejas dudaron en cómo situarse para la foto. Al final fue don Felipe quien dispuso que en el centro se colocaran él y el presidente y Letizia y Sonsoles a cada lado.
Rodríguez Zapatero y sus ministros, todos ellos invitados al enlace, quisieron que en el almuerzo no se hablara de política y sí de sentimientos. La comida se celebró en el salón de columnas del edificio del Consejo de Ministros. El presidente deseó a la pareja un "camino largo y lleno de venturas". "Que su felicidad sea el espejo de la felicidad de todos los españoles", dijo. Luego Zapatero leyó el poema de Jorge Luis Borges Los justos. "Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. El que agradece que en la tierra haya música. El que descubre con placer una etimología. Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. El ceramista que premedita un color y una forma. Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada. Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. El que acaricia a un animal dormido. El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho. El que agradece que en la tierra haya Stevenson. El que prefiere que los otros tengan razón. Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo".
Don Felipe habló de la "ilusión" personal que supone su enlace y también del significado institucional y de Estado que comporta. El Príncipe reiteró ante el Gobierno la "permanente actitud de servicio a los españoles" que guía y que guiará su comportamiento y el de su futura esposa como princesa de Asturias.
Don Felipe y Letizia completaron así las visitas a instituciones de carácter estatal, autonómico y municipal para agradecer el apoyo y el trabajo que se está realizando para su boda. La primera fue el día 3 de mayo cuando acudieron al Congreso para reunirse con los integrantes de la Mesa y los portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado.
El día 10 acudieron al Ayuntamiento de Madrid, en donde don Felipe recibió la medalla de honor de Madrid en un pleno extraordinario. Dos días más tarde asistieron al almuerzo que le ofreció la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos.
Ensayo infantil con conato de 'revuelta'
Los nietos de los Reyes y la única sobrina de Letizia Ortiz ensayaron ayer su actuación durante la boda de sus tíos, el príncipe de Asturias y la futura princesa, el próximo sábado. Los hijos de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, Felipe Juan Froilán, que cumplirá seis años el 17 de julio, y Victoria Federica, que cumple cuatro el 9 de septiembre, y los de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, Juan Valentín, que nació el 29 de septiembre de 1999, Pablo Nicolás, 14 meses menor, y Miguel, que acaba de cumplir dos años, tuvieron que dedicar un lunes sin colegio a practicar su labor de pajes junto a Carla, hija de Erica Ortiz y Antonio Vigo.
Hacia las once de la mañana, los pequeños comenzaron a cruzar la alfombra roja desde el Palacio Real hasta la catedral de la Almudena portando unas guirnaldas. Luego entraron en el templo para que se les indicase el lugar donde deben intentar permanecer quietos durante la ceremonia. Ayer aguantaron hora y media de ensayos, hasta que -capitaneados por Felipe Juan Froilán- Victoria Federica y Pablo Nicolás trataron de arrancar el plástico que protege la alfombra hasta el día del enlace. Corretearon un poco por el patio de Armas y después el nieto mayor de los Reyes se encaramó a un muro de piedra que se empeñó en recorrer durante unos metros pese a los intentos de los escoltas, que sólo lograron convencerle de que al menos le diese la mano a uno de ellos. Pablo, ni corto ni perezoso, emuló a su primo.
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