Camps propone consenso y diálogo para la reforma educativa y deja en evidencia a un diputado del PP

"No puede haber ni habrá consenso parlamentario ni político alguno que suponga e implique la suspensión de la Ley Orgánica de Calidad Educativa (LOCE)". Aún no había terminado su advertencia Joaquín Calomarde, portavoz adjunto del grupo parlamentario del PP en el Congreso de los Diputados, -en las que no descartaba incluso "recurrir a las vías jurídicas, si es que las tenemos" para impedir la derogación de la polémica ley orgánica-, cuando el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y su consejero de Educación, Esteban González Pons, anunciaban casi al unísono, desde Valencia y Madrid respectivamente, un giro en la ofensiva en defensa de la LOCE iniciada la semana pasada por el PP y proponían al Gobierno del PSOE "diálogo" y "consenso" como instrumentos clave para que ambos partidos nacionales construyan "puntos de encuentro" en materia de educación.

"El sistema educativo tiene que ser un sistema de tranquilidad, de apuesta de futuro y de compromiso, que tiene que estar por encima de los partidos políticos y las legislaturas". Ésta es la posición fijada ayer por el jefe de los populares valencianos y presidente del Consell, Francisco Camps, durante la inauguración de un instituto público de Secundaria en el muncipio valenciano de Almassora. De manera que, si bien Camps reprochó al recién estrenado Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "no continuar una ley que ya está en marcha", ofreció sin embargo -en un giro de 180 grados a la posición defendida la semana pasada por el secretario general adjunto del PP, Ángel Acebes- la mano tendida al PSOE para "hacer de la Educación un punto de encuentro" y no "un campo de batalla".

En la misma dirección viraba el consejero valenciano del ramo, en unas declaraciones ofrecidas a la radio oficial del Consell desde Madrid, en las que se mostraba "decepcionado" porque "la ministra de Educación [Mª José Sansegundo] ha decidido suspender la LOCE sin ofrecer una normativa alternativa", al tiempo que sugería el abandono de la política de "fricciones" que su correligionario Calomarde atribuía directamente a la ministra Sansegundo. "En estos momentos el principal objetivo de la Generalitat es hacer todo lo posible para mantener la tranquilidad de los padres, profesores y alumnos", precisó González Pons. El consejero, no obstante, acusó también a la ministra de "no tener las ideas claras y dejar en el limbo todo el sistema educativo (...) sin consultarlo con las comunidades autónomas".