La biblioteca de la CGT
Soy licenciado en Historia y estoy haciendo el doctorado. Para realizar un trabajo de estudio me dirigí a la biblioteca de la CGT y, tras explicarles mis pretensione
s a los bibliotecarios, me dijeron que los libros no se encontraban catalogados, por lo que estuve una semana catalogándolos. A la vista del material encontrado en esa biblioteca y en otras, elegimos, mi profesor y yo, el tema en concreto y planificamos el trabajo.
Personado de nuevo en la biblioteca de la CGT para retirar libros en préstamo, el bibliotecario me los negó diciendo que no estaban inventariados. Y que la biblioteca no tenía condiciones para trabajar allí. Esto me hubiera parecido lógico si yo no hubiera visto prestar libros a otros usuarios y si me lo hubiera dicho el primer día que fui y no después de una semana de trabajo allí, despreciando con ello todo mi esfuerzo.
Además, dicho personaje me indicó que para poder sacar libros debía dirigirle una instancia a la secretaria de la federación local, instancia que tardaría bastante tiempo en ser atendida pues en ese momento estaba muy liada con la Feria. A lo que le respondí que más que un bibliotecario de la CGT se parecía a un funcionario de los antiguos, a los que les encantaba rechazar las instancias porque les faltaba una póliza de tres pesetas.
El bibliotecario se enrolló, sacando pegas nuevas y acabó diciendo que llevaba más de un año trabajando sin cobrar; después de ese año, según parece, el medio inventario que tenía hecho no servía para nada pues tenía que empezar de nuevo y, fruto de su duro trabajo era el que ya casi tenían confeccionado el carné de préstamos. Cosas que a mí no me importan en absoluto. Lo que sí me importa es el desprecio de este señor por el trabajo de los demás y que no entienda que una biblioteca es un servicio público y en eso consiste su fin, si la biblioteca es de uso general tal y como se anunció en EL PAÍS el día de su supuesta apertura.
La actitud de este señor responde más que a la de un personaje libertario a la de alguien que desea tener un carguillo para sentir el poder y ejercerlo según le venga en gana. Para que vean cómo funcionan las cosas incluso en los mismos sindicatos libertarios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Carlsen recupera con claridad su corona en el Mundial de ajedrez rápido
Trump habla con Putin por teléfono antes de reunirse con Zelenski en Florida
El cambio radical de Sophie Alisch, de boxeadora invencible a ciclista profesional: “Voy a demostrar que no me he equivocado”
Francia llora la muerte de Brigitte Bardot, la ‘Marianne’ animalista
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- El PP normaliza los pactos con Vox




























































