"El paciente no debe acudir a la cirugía como quien va a tomar café"
A sus 60 años, Eugenio Arévalo expuso en la reunión de la Asociación Andaluza de Cirujanos celebrada esta semana en Córdoba una técnica de cirugía variátrica que elimina la mortalidad en las reducciones de estómago. Éste y otros temas fueron analizados en esta reunión de la que Arévalo ha sido el presidente del comité organizador, además de jefe de servicio de Cirugía Digestiva del Hospital Reina Sofía.
Pregunta. ¿Qué retos tiene la cirugía?
Respuesta. Tiene muchos, como la medicina general y la vida misma. El reto es poner a punto, al día, todos los problemas.
P. ¿Cuáles son esos problemas?
R. Los trasplantes hepáticos y la ampliación de las indicaciones, es decir, la oportunidad que ahora hay de que se beneficien más enfermos. Poner a punto las técnicas para evitar el rechazo y la posibilidad de supervivencia, lo cual ha avanzado mucho.
P. ¿Qué nuevas vías hay para seguir mejorando?
R. Hay un mundo nuevo que es el problema de las células madre, que está por definir cómo se puede aprovechar para el trasplante de hígado. Con la mejora del rechazo al trasplante es probable que de aquí a unos años sea relativamente fácil de tolerar.
P. En el Hospital Reina Sofía se ha puesto en marcha con mucho éxito una técnica de cirugía variátrica de reducción de estómago.
R. Es un tema muy de actualidad. Nuestra técnica es francamente buena y nos tiene muy satisfechos. Esperamos que en los próximos años no se nos venga abajo y mantengamos la calidad.
P. ¿Por dónde pasa ese éxito?
R. Las claves de nuestra técnica son: cero de mortalidad, pocas complicaciones y buenos resultados. Profesionales de varios hospitales han venido a formarse en esta técnica.
P. ¿Qué es lo que más le preocupa a un paciente al someterse a la cirugía?
R. En primer lugar, el miedo innato a lo desconocido. No es normal que nos operemos todos los días. También la anestesia. Cuando la gente pierde el sentido de la conciencia, se asusta mucho más. Y la cirugía, además de necesaria, es un acto cruento y desagradable. También se preocupan mucho por el postoperatorio.
P. ¿Esas preocupaciones bajan con los avances actuales?
R. La cirugía se ha convertido en una técnica tan segura en el siglo XXI que hay mucha gente que ya no tiene miedo. A mí no me gusta que se pierda el miedo a la intervención, prefiero el que viene temeroso. Hay gente que llega a la consulta y dice tranquilamente: 'vengo a que me quite usted el estómago'. Eso tampoco es, la cirugía son palabras mayores, hay unos riesgos asumibles y controlables, pero no se puede ir a la cirugía como el que va a tomar café.
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