Crónicas de la vida insensata

EN LA PRIMERA mitad de los años setenta del siglo XX gobernó Guatemala el general Arana Osorio, apodado el Chacal de Oriente, a causa de las tácticas devastadoras que había empleado para acabar con la insurgencia, cuando era jefe de una base militar en el oriente del país. Durante esos años la represión política fue más selectiva, dirigida a suprimir a los pocos miembros de la oposición que aún osaban expresarse. Arana se dio incluso el lujo de tolerar alguna crítica proveniente de publicaciones abiertamente contrarias al régimen, como fue el caso de la revista Alero, de la Universidad de San Carlos (dirigida por dos intelectuales del partido comunista y un ex guerrillero), y otros medios periodísticos, como la revista La Semana, que permitió a un grupo de escritores mantener por algún tiempo una sección titulada Polémica, desde donde éstos pretendían desacralizar la vida cultural del país y sus mitologías. Estas revistas fueron, de alguna manera, los voceros del grupo de escritores que hoy se conoce como generación del 70. Entre sus integrantes pueden mencionarse los nombres de Luis de Lión (desaparecido por el ejército en 1984), Roberto Morales, Fernando Gonáz, Ana María Rodas y Enrique Noriega. Dante Liano (Chimaltenango, 1948), narrador y ensayista, pertenece a la misma generación, aunque su vinculación con los otros miembros se establece sobre todo en cuanto a las lecturas e influencias compartidas, así como en el común afán de renovación literaria.

En 1978, de vuelta a Guatemala, luego de una estancia de varios años en Florencia para concluir un doctorado en Letras, Liano publica su primer libro: Jornadas y otros cuentos, el que, con el paso de los años, se ha valorado como un texto clave, de apertura, en la cuentística guatemalteca y centroamericana. Experimentación, erotismo rabioso, absurdo citadino y humor son los ingredientes de este primer libro, escrito con un sorprendente manejo del registro coloquial.

A finales de los años setenta, una nueva ola de violencia se desató en Guatemala. Liano, que por entonces, trabajaba como profesor en la Universidad de San Carlos, optó por volver a Europa. Desde 1981, fijó su residencia en Italia; primero en Florencia, luego en Milán, alternando la docencia con la creación literaria. A su trabajo como especialista en literatura centroamericana se deben, entre otros títulos, La prosa colonial en la América española (1991) y Visión crítica de la literatura guatemalteca (1997).

Como narrador, Dante Liano es considerado uno de los valores más sólidos de la literatura centroamericana actual. En 1987, publicó su segundo libro de cuentos, La vida insensata, un volumen tal vez menos audaz en cuanto a búsquedas técnicas, pero de mayor dominio formal y de temáticas más universales. Ese mismo año El lugar de su quietud resultó finalista en el Premio Herralde de Novela. Aquí, aparece, por segunda vez en su narrativa, el universo indígena, materializado en una figura emblemática, Benito Xocop. Liano retomará este personaje en su tercera novela El misterio de San Andrés (México, 1996), para ahondar en conflicto cultural de su país.

Con su segunda novela El hombre de Montserrat, escrita ocho años antes de su publicación en México (Aldus, 1994), Liano inaugura una especie de thriller político en la narrativa guatemalteca. Respetando los ingredientes de la novela negra, la trama se desarrolla en uno de los más sangrientos periodos de represión militar que ha padecido el país. El protagonista, que desempeña de manera involuntaria el papel del detective encargado de la investigación, es un capitán del ejército, lo cual le añade a la anécdota un interés adicional.

En 2002, Liano fue finalista por segunda vez en el Premio Herralde de Novela con El hijo de casa. Esta vez, la historia transcurre en un lugar imaginario del Tercer Mundo. Al parecer es la novelización de un hecho real, resultado de un paciente rastreo emprendido por el autor entre los archivos jurídicos de su país durante varios años. Hace un año, la versión italiana de esta novela fue recibida muy favorablemente por la crítica. Su inminente publicación por la editorial barcelonesa Roca permitirá que el universo narrativo de Dante Liano, que ya ha impuesto su magisterio en la narrativa centroamericana, pueda ser accesible por primera vez tanto al lector español como al hispanoamericano.

Luis Eduardo Rivera (Guatemala, 1949), poeta, narrador y crítico literario, acaba de publicar en España el libro El lector ideal (Llibros del Pexe).