La Guardia Civil desmonta una red de tráfico de hachís dirigida desde la cárcel de Alhaurín

La Guardia Civil de Málaga ha desarticulado una banda de tráfico de hachís integrada por al menos 12 personas y dirigida desde la cárcel por Walter Aníbal V. L., ciudadano argentino de 43 años. En la operación, iniciada en 2002 y denominada Cartago II, los agentes se han incautado de 462.000 euros en metálico, 400.000 euros en una cuenta en Suiza, ocho viviendas, tres trasteros, un local comercial y 38 plazas de garaje en la Costa del Sol, según una nota del instituto armado. La banda utilizaba una decena de empresas para blanquear el dinero del narcotráfico.

Walter Aníbal dirigía su banda desde la prisión de Alhaurín de la Torre. Había ingresado allí en 2002, cuando la Guardia Civil interceptó un alijo de 3.600 kilos de hachís en Málaga. Walter fue detenido como responsable de la operación. Tras la detención y al comprobar que era un grupo profesional, el Grupo de Delitos Económicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga comenzó a tirar del entramado de la organización.

Walter Aníbal, ya en la cárcel, no tardó mucho en reorganizar su banda, según fuentes del instituto armado. En abril de 2003 la Guardia Civil interceptó 2.030 kilos de hachís en Almería y relacionó el alijo con el del año anterior. Detuvo a tres miembros del clan y se incautó de dos coches. A partir de ese momento y hasta finales de 2003 los miembros de la banda fueron cayendo. Las detenciones se producen en La Línea de la Concepción (Cádiz), Juan de Terreros (Almería) y Málaga. En febrero de 2004 cae el vínculo que relaciona a los 10 detenidos con Aníbal: un preso de Alhaurín que se encontraba en régimen abierto y que actuaba de enlace.

En el registro de la celda de Aníbal se encontraron dos teléfonos móviles y un organigrama que describía la estructura de la banda. Los delincuentes blanqueaban el dinero a través de una decena de empresas que compraban garajes y pisos. Los garajes servían además para guardar los coches de gran cilindrada en los que transportaban el hachís. Una comisión rogatoria a Suiza permitió bloquear 400.000 euros ingresados en varias cuentas secretas y tres cajas de seguridad.