El precio del crudo supera los 38 dólares tras conocerse que la demanda aumentará al mayor ritmo en 16 años

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) arrojó ayer el dato que faltaba para hacer saltar todas las alarmas del mercado petrolero: pronosticó que la demanda de crudo aumentará este año en 1,95 millones de barriles diarios hasta los 80,6 millones, lo que representa el mayor ritmo de crecimiento del consumo desde 1988. La predicción de la AIE, el guardián de los intereses energéticos de los países ricos, se basa fundamentalmente en la recuperación económica mundial y, en especial, al tirón de China.

La previsión de la agencia atizó los temores a que haya escasez de hidrocarburos debido a la escalada de la violencia en Irak, los atentados contra intereses petrolíferos en Arabia Saudí y la inestabilidad política en Venezuela y Nigeria. La creciente inquietud se trasladó a la cotización del barril, que se disparó hasta superar la barrera de los 38 dólares en el mercado de Londres (de referencia para Europa) y hasta los 40,70 en Nueva York, dos nuevos máximos desde la invasión de Irak a Kuwait en octubre de 1990.

El barril de crudo se mantuvo por las nubes a pesar de que Arabia Saudí, el peso pesado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), insistió en su llamamiento para que los miembros del cartel eleven urgentemente su producción para responder al incremento de la demanda. La AIE informó de que la producción mundial de crudo durante abril pasado disminuyó en 440.000 barriles diarios, hasta 81,5 millones de barriles por día. La producción de la OPEP retrocedió en 415.000 barriles, estableciéndose en 27,8 millones, debido al recorte de producción de Arabia Saudí y Emiratos Arabes Unidos.

Producción de la OPEP

La producción del cartel sin incluir a Irak fue de 25,4 millones de barriles diarios, es decir, 1,9 millones de barriles por encima de la cuota oficial de la organización. Las exportaciones de Irak (que no están incluidas en el sistema de cuotas), sufrieron perturbaciones en abril, y cayeron hasta 1,81 millones de barriles diarios, frente a los 1,84 millones de barriles diarios de marzo. Su producción se situó en 2,34 millones de barriles diarios, aún unos 200.000 barriles por debajo del nivel previo a la guerra.

Los miembros de la OPEP tienen previsto reunirse el próximo 21 de mayo en Amsterdam, con el objeto de estudiar un incremento de su producción de crudo tras el anuncio realizado por Arabia Saudí primero, y secundado luego por Kuwait, de elevar la extracción para frenar el alza de los precios del crudo. El ministro kuwaití del Petróleo, el jeque Ahmed Fahd Al-Sabah, afirmó ayer a la agencia Reuters que los miembros de la OPEP se encuentran a plena producción. "Actualmente producimos casi al máximo de nuestra capacidad", sostuvo el ministro.

Arabia Saudí llegará a la capital holandesa con una propuesta para elevar elevar la producción de la OPEP en 1,5 millones de barriles diarios, hasta que el nivel óptimo llegue a los 25 millones de barriles. Tras la cumbre de Amsterdam, la OPEP tiene previsto reunirse en Beirut el próximo 3 de junio y es en esta cumbre cuando probablemente se apruebe oficialmente el aumento de la extracción. El problema con estos anuncios del cartel es que no alivian la tensión del mercado, y por una sencilla razón: que no son creíbles.

La OPEP ha ido perdiendo la confianza del mercado a pasos agigantados en los últimos años, ya que sus niveles de producción ideales, sean éstos ajustados al alza o a la baja, nunca se corresponden con los niveles reales y esto se debe, en buena parte, a que en muchas ocasiones los 11 miembros de una organización no actúan como tales, sino en virtud de sus intereses particulares.