Los directivos aprenden con arte

"En el mundo de la empresa de hoy la preocupación es qué se quiere decir, no cómo, y el cómo es tan importante como el qué. No nos han enseñado a hablar en público". Lo dice Pascale Bang-Rouhet, antes actriz y hoy profesora, francesa como su socia en la empresa ExpresArte, Isabelle Laurent. La firma ha formado a más de 1.400 directivos para que pierdan el miedo a hablar en público o a defender sus posiciones en una negociación. En lugar del típico curso de comunicación, el programa aprovecha las técnicas del teatro.

La sede de ExpresArte está en una nave industrial en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Cuando se abre la puerta metálica, sin embargo, lo que aparece es un teatro. Con su camerino, su cortina roja, su platea y un pequeño café. Es la primera sorpresa que se llevan los profesionales y directivos que han seguido alguno de los cursos de la consultora. "Es un entorno diferente. Todo está estudiado para favorecer la soltura de los participantes", asegura Bang-Rouhet.

ExpresArte, fundada por dos especialistas francesas, ha formado a más de 1.400 directivos de grandes empresas

La empresa ofrece ocho módulos: desde uno para altos ejecutivos hasta el especializado en perfeccionar las visitas a los juzgados

Para esta mujer que fue actriz durante una década, lo que más les cuesta a los ejecutivos españoles es utilizar la voz y los gestos de forma adecuada. En estos cursos -el módulo más habitual dura tres días y está dirigido a altos ejecutivos- aprenden a utilizar ambos recursos, y también la mirada, la sonrisa, las manos, a expresar con la cara lo que realmente quieren transmitir, y, por supuesto, el lenguaje verbal (potencia de voz, entonación, vocalización, ritmo y pausas).

Para ello las dos expertas francesas se reparten el trabajo:Bang-Rouhet se encarga de enseñar técnicas teatrales, mientras que su compañera está especializada en técnicas de relajación porque "el nerviosismo provoca la inhibición". Ésta es precisamente la primera etapa del curso. Una vez relajados, sus participantes, en un máximo de seis por clase, se enfrentan al público. En distintos entornos: de pie sin papeles, ante un atril, en una reunión conflictiva...

Al margen de este programa-tipo, la ExpresArte ofrece hasta ocho módulos distintos, para mandos intermedios, para perfeccionar la intervención en medios de comunicación, en una convención con gran afluencia de público, en una conferencia, de coaching personalizado -el único de todos los programas que puede tener lugar fuera del teatro- y hasta para preparar declaraciones judiciales.

Al final del curso los participantes reciben un informe personal con recomendaciones para seguir trabajando. Un mes después tienen una sesión de refresco.

Los clientes de ExpresArte son sólo grandes empresas. Compañías como Accenture, BBVA, Bankinter, Coca-Cola, Grupo Inditex, Iberia o Mahou. Bang-Rouhet asegura que la consultora sigue siendo pequeña por voluntad propia, "para poder mantener la flexibilidad" y proporcionar soluciones a medida, y que su éxito se mide por la fidelidad de sus clientes, la mayoría de los cuales repiten. "Funciona mucho el boca a boca".