El desafío de la radio pública
Pedro Piqueras se enfrenta al reto de recuperar la influencia que la radio pública ha perdido en los últimos años
En contra de lo que ocurre en el medio televisivo, donde TVE-1 goza de un cómodo liderazgo desde hace años, en el sector radiofónico, RNE ejerce el papel de pariente pobre. En términos de audiencia, la radio pública no es comparable a la privada. O al menos no lo era hasta hace un año. Desde abril de 2003, el Estudio General de Medios no mide su número de oyentes. El ex director general de RTVE José Antonio Sánchez abandonó este organismo porque sus estudios no medían "el esfuerzo" de los profesionales ni la "calidad" de los programas. A este respecto, el ex director de Radio Nacional José Antonio Sentís declaró en más de una ocasión que los datos del EGM sólo servían para satisfacer "una curiosidad morbosa" sobre el número de oyentes y "para generar confusión" en la sociedad.
El nuevo equipo que gestionará la radio pública, con Pedro Piqueras a la cabeza, no tendrá datos actualizados sobre las personas que siguen la oferta de las seis cadenas de radio integradas en Radio Nacional (Radio 1, Radio 3, Radio 5 Todo Noticias, Radio Clásica, Radio 4 -sólo en Cataluña- y Radio Exterior). El magacín matinal Buenos días, presentado por Antonio Jiménez, arrojaba en la primera ola de 2003 (los últimos datos antes de la salida de RNE del EGM) 1.310.000 oyentes, la mitad que Hoy por hoy (2.685.000, de la cadena SER). Por la tarde, Lo que es la vida, al mando de Nieves Herrero, obtenía 288.000, a larga distancia de La ventana (744.000, SER) y Herrera en la onda (527.000, Onda Cero). El informativo nocturno 24
horas, conducido por Manuel Antonio Rico, tenía 375.000, muy por debajo de La linterna (571.000, Cope) y a una lejanía abismal de Hora 25 (1.244.000, SER).
Además, ninguna cadena española tiene la potencia técnica y la plantilla de RNE. Radio 1, por ejemplo, llega al 99,5% de la población, mientras que las principales cadenas privadas cubren en torno al 80% y 75%. En la radio estatal trabajan alrededor de dos mil personas.
Con un presupuesto para este ejercicio de 160 millones de euros, la radio que recibe Piqueras tendrá que pronunciarse sobre las tertulias, uno de los aspectos más controvertidos de Radio 1 durante la anterior etapa. Hasta ahora, estos coloquios han ocupado casi tres horas horas diarias, concentrados en Buenos días, Lo que es la vida y 24 horas. El exceso de opinión y la falta de neutralidad en los magacines informativos han sido criticados reiteradamente por los grupos políticos de la oposición durante los ocho años de mandato del PP. Para Sentís, sin embargo, la pluralidad de las tertulias de la cadena pública es mayor que la de las radios privadas "porque sólo hay periodistas". En ellas han participado, entre otros, Carlos Dávila, Julián Lago, Pilar Cernuda, Curri Valenzuela, Pedro Calvo Hernando, Fernando Jáuregui, Román Cendoya, Manuel Soriano, Casimiro García Abadillo, Antonio Pérez Henares, Ramón Pi, Charo Zarzalejos y Ester Esteban. Comentaristas que pasaban de un programa a otro e incluso visitaban Los desayunos
de RTVE en TVE-1. Por cada intervención, la media de retribución es de alrededor de los 300 euros.
Pedro Piqueras (Albacete, 1956), que comenzó su actividad profesional en RNE en 1977, tendrá que definir el modelo de radio pública. Y, ante todo, deberá pronunciarse sobre el futuro del buque insignia. Radio 1 ha perdido el empuje y la influencia que tuvo en otros tiempos. En los últimos años, sus directivos han propiciado la mezcla de programas de servicio público (Clásicos populares, El ojo
crítico) con informativos y magacines con ingredientes más propios de la radio privada (Como la vida, La ola).
Tras dirigir los informativos de fin de semana y 24 horas y programas como Al cabo de la calle o Abrimos los sábados, Piqueras saltó a TVE en 1988 para conducir el TD-1 y TD-2 y Buenos días. En 1993 fichó por Antena 3, donde ha permanecido hasta esta semana.
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