_
_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El Quijote en Wonderland

España es un país de las maravillas, una taberna de fantasías y recuerdos imaginarios. Pero también es un país que pierde su identidad, a la vez que recupera un sentido común que se supera a través de instancias capaces de determinarla mediante otras diversidades. Y mientras esas cualidades se miden, se atribuyen e identifican, wonderland aparece dividida entre el lugar común y la disolución, entre el cliché y el acontecimiento. Dentro de esa gran paradoja, el arte contribuye a la expresión de una cultura, porque está hecho de relaciones diferenciales y singularidades continuas. Mundo de hombres y mundo de hadas; mundo, escribió Deleuze, de "personne" (persona y nadie).

Todas las culturas tienen un estereotipo o construyen representaciones de las culturas extranjeras, bien para entenderlas mejor, bien para controlarlas. Que lo consigan o no depende del poder político que expresen, de su (no) occidentalidad. Pero, ¿qué ocurre cuando al caer la noche, el etnólogo/artista, en lugar de introducirse en la ciudad colonial y su laberinto de calles, con sus harat y durub todavía sin asfaltar -hablamos de El Cairo- se deja atraer por la geografía chamberilera y las profundidades de la noche de Lavapiés? Descubrimos a un dibujante que con su lápiz aprieta el perfil de curas, toreros, monosabios, bailaoras, travestis, actores y toda suerte de vivales en una aldea cañí con olor a taberna y a cutrez. Un elocuente retrato de la España de Paco Martínez Soria, visto desde la autoridad de un anciano, Don Tomás, "nacido con el siglo, que siempre había preferido comerse un repollo con ajo sin trabajar en vez de capones y gallinas trabajando, y solía fundir el poco dinero que tenía en tabernas y corridas".

GOLO: LA TABERNA DE LOS RECUERDOS IMAGINARIOS.

Representaciones árabes contemporáneas

Palacio de los Condes de Gabia

Plaza de los Girones, s/n

Granada

Hasta el 27 de junio

El autor del cómic La taberna de los recuerdos imaginarios (2003) es el dibujante egipcio Golo, colaborador de Cairo Times -autor de las ilustraciones de Made in Taiwan, Carnets du Caire-Samir, Whatever happened to the Egyptians? y Un Paris révolutionnaire-, que acaba de publicar en castellano (Ediciones de la Diputación de Granada) la historia del topicazo español para la exposición Representaciones árabes contemporáneas, comisariada por la francesa Catherine David.

Golo describe su experiencia en Madrid, Pamplona, Ronda y otros pueblos que desperdigados por la geografía taurina, con su historia integral, sus valores y sus metáforas, como si viviera en un tiempo detenido, un siglo universal, el mismo que vivió el hidalgo que enloqueció de tanto leer libros de caballerías. La gran quijotada comienza con la frase: "En un barrio de Madrid de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un anciano...". A partir de ahí, Golo recurre a las pesadillas goyescas de esqueletos y monigotes, y a la fiesta de los toros, donde no faltan las tonadilleras ni las banderillas en el corazón...

La Guerra Civil, los sanfermines, Hemingway, el cineasta "Orzon Güé", el toro enamorado de la luna y el pelotazo tardofranquista nos recuerdan que hace apenas dos meses el futuro de la sociedad española estuvo a punto de convertirse en una viñeta pegada a la historia, incapaz de atravesar el espejo. Corrimos el riesgo de creernos colonizadores cuando no éramos más que parásitos de nuestro sueño en poder de gigantes, que no de molinos. Bueno es que desde el "allá lejos" nos lo recuerden. El turismo es un gran invento.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_