Una asociación organiza en Málaga un desfile con modelos mastectomizadas

Sin penas y sin ningún tipo de complejo para llevar una vida normal. Este es el mensaje que la Asociación para la Atención de Mujeres Mastectomizadas de Málaga (Asamma) pretende lanzar desde hace siete años con la organización de un desfile de prendas de baño y de ropa interior.

Las modelos son mujeres de la propia asociación. Tres de ellas desfilaron ayer por la pasarela de un hotel de Málaga donde lucieron los últimos modelos de sujetadores y trajes de baño especiales. Carmen Parra ya lo hizo el año pasado y cuenta: "Todo lo que se haga por nosotras me encanta, somos iguales a las demás, no ha pasado nada y hay que seguir viviendo, pero no creo que seamos un ejemplo". Reconoce que el cáncer de mama es una enfermedad "muy difícil de llevar" y que, una vez superada, "lo peor es el coco".

"Hay miedos y complejos", apostilla Katy, debutante ayer como modelo ante la curiosa mirada de su nieta. Lleva año y medio operada, y no tuvo dudas en posar con prótesis y en sujetador "por tratarse de la causa que es".

La tercera modelo, Feli, ha sido operada en dos ocasiones, la primera hace 16 años, en la que le reconstruyeron un pecho, pero hace año y medio se lo tuvieron que amputar. "Necesitamos mucho apoyo de la familia y de los amigos, hace falta mucha fuerza", insiste.

Conchita Rico, de la ortopedia Rico y Nestares, tiene diseñadas muy variados tipos de prótesis, en función de donde esté la cicatriz o de las características de las intervenciones quirúrgicas. Las prótesis actuales, que quedan enfundadas en una bolsa en el forro de las prendas, quedan totalmente adheridas, de forma que resisten cualquier tipo de movimiento, y con las que "puedes ir a la playa sin ningún inconveniente", y recuerda que el primer desfile fue casi clandestino.

Pero como asegura la presidenta de Asamma, Dori Jiménez, "ya no hay tabús ni motivos para quedarse en casa". Recuerda que una de cada 10 malagueñas sufre algún tipo de problema en el pecho, pero también que la mortalidad por cáncer de mama se ha reducido "drásticamente" en pocos años.