Partidos y ecologistas piden en Bruselas que se paralice el trasvase Júcar-Vinalopó

Representantes de varios partidos y organizaciones ecologistas contrarios al proyecto del trasvase Júcar-Vinalopó pidieron ayer en el Parlamento Europeo la paralización de las obras y la revisión del proyecto de cofinanciación, aprobado por la Comisión Europea, por considerarlo "inadmisible". El asunto se debatió ante el Comité de Peticiones de la Eurocámara, en el que participaron, entre otros, los diputados de EU-L'Entesa Joan Ribó y Carles Arnal; el director de conservación en España del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF-Adena), Enrique Segovia, y el portavoz de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Antonio Estevan.

El representante del Ejecutivo comunitario, Eusebio Murillo, recordó a los comparecientes la "falta de competencia" de la Comisión para detener obras, función que corresponde a los Estados miembros y la obligación a la que está sujeta "de fiarse de la información que envían las autoridades nacionales". Murillo subrayó que "si existe una falta grave de cumplimiento en el proyecto, se justificaría un procedimiento de queja y se podría interrumpir la financiación". La Comisión de Peticiones de la Eurocámara lamentó que el Gobierno español no hubiera enviado ninguna representación y le invitó a pronunciarse próximamente sobre el asunto si cree necesario "reconsiderar" su posición. Según WWF, el Parlamento Europeo enviará en septiembre una delegación para analizar in situ el proyecto.

Durante sus intervenciones, los detractores del trasvase criticaron el informe de viabilidad realizado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la Comisión, y reprocharon al organismo haberse entrevistado sólo con partidarios de la obra y que se basó en datos económicos anticuados. Apoyándose en el BEI, Bruselas concedió 80 millones de euros para cofinanciar las obras de este trasvase.