38.000 euros por una plaza olímpica
El nadador Stevens cede su puesto para reparar el gran error de Thorpe
La natación ha sido, de los grandes deportes amateurs,uno de los que más tarde se han incorporado al profesionalismo. Mucho después que el atletismo, por ejemplo, y ni siquiera en Australia antes que el rugby, otra de sus pasiones nacionales y pionero internacional en la llegada del dinero. Pero los nuevos tiempos del deporte ya tienen poco que ver con las hazañas de aficionados románticos. Craig Stevens es un nadador australiano que se encontró de carambola clasificado a finales de marzo para los Juegos Olímpicos de Atenas para la pueba de 400 metros libres por la descalificación del rey de la distancia, Ian Thorpe. Stevens cedió su plaza ayer en una protocolaria presentación televisiva en Sidney. Fue en el Canal 7, que tiene los derechos de retransmisión de los Juegos para Australia. Precio de la comparecencia, unos 45.000 dólares -sobre 38.000 euros-.
El deportista niega presiones y apetencias económicas, pero renuncia cobrando del Canal 7 australiano
Stevens, de 23 años, tuvo pocos días después de la sorprendente caída de Thorpe la coartada de dedicarse a los 1.500 libres, su mejor prueba. En ella también logró plaza, pero siempre como segundo del mejor fondista australiano, Grant Hackett, ganador igualmente en los 400 por la ausencia de Thorpe.
El Torpedo, imbatible en el cuádruple hectómetro, plusmarquista y campeón mundial, y campeón olímpico en Sidney 2000, cometió un error estúpido el 27 de marzo al hacer una salida falsa en su serie de los campeonatos nacionales clasificatorios para Atenas. Prácticamente se cayó al agua, y aunque dijo que le confundió un ruido en las gradas, reconoció deportivamente su eliminación. La salida única se impuso desde 1998 para evitar retrasos y la picaresca de los nadadores para anticiparse.
"Los últimos días han sido muy difíciles para mí", dijo un digno Stevens, "pero mi decisión no tiene nada que ver con las presiones que he debido soportar, sino de mi corazón, y nada tiene que ver con razones económicas. Quienes me conocen saben que no ha sido por dinero". Stevens, mientras hacía estas declaraciones, recordaba a los participantes en programas del corazón rosa que en España, al menos, muchos ya reconocen que sí lo hacen por dinero.
La baja de Thorpe en su mejor distancia era una lástima incluso para el gran espectáculo, como ha sucedido en el pasado con otros grandes campeones de la historia del deporte -atletas como Sebastian Coe, ausente en los 1.500 metros de Seúl 88, o de Carl Lewis en los 100 de Barcelona 92-. Pero tanto el Comité Olímpico Australiano (AOC), como la federación (AS), tras admitir incialmente el varapalo, pronto empezaron a filtrar la posibilidad de que Stevens se dedicara a los 1.500 en cuanto logró plaza, además de mantener la del relevo de 4 x 200 libres. El AOC, en una nota hecha pública ayer, alabó el "gran compañerismo y altruismo de Stevens, que se ha ganado la admiración y el apoyo de todos los australianos". Pero todo indica que las presiones para que Stevens renunciara han existido y la ayuda del Canal 7 ha llenado definitivamente al nadador. Ha sido el comienzo de una gran amistad, pues también se le ha ofrecido narrar, como comentarista, los 400 metros libres en Atenas.
Dentro del formulismo del caso, la AS decide hoy la más que segura repesca de Thorpe. Curiosamente, Josh Krogh, primer suplente, también había renunciado... Thorpe, con los 45.000 dólares de Stevens, no será así maldito como su legendario tocayo, el indio estadounidense Jim Thorpe, descalificado por ganar unos cientos de dólares en el béisbol tras ser consagrado atleta más completo en los Juegos de Estocolmo en 1912.
La independiente y no menos mítica Dawn Fraser, reina de los 100 libres en los años sesenta, fue elocuente: "Stevens ha sufrido una gran presión. Desde su club y el AOC hasta el Canal 7".
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