Barreda anuncia "un nuevo impulso" y solicita al PP su colaboración para gobernar Castilla-La Mancha

"Empieza una etapa nueva". José María Barreda finalizaba así el discurso en el que pedía la confianza de la Cámara autónoma como presidente de Castilla-La Mancha. Es una nueva etapa después de 21 años con José Bono como presidente de la región en la que Barreda estuvo siempre a su lado.

Ahora, dijo, "voy a hablar sobre todo de futuro", aunque asume como propio el programa electoral con el que el PSOE ganó las últimas elecciones autonómicas: "Es mi programa y son mis compromisos", aseguró. El nuevo Gobierno, anunció, será paritario de mujeres y hombres, "garantiza la continuidad", pero dará "un nuevo impulso". Fue el segundo pleno de investidura en menos de un año, por la incorporación de Bono al Gobierno como ministro de Defensa.

Barreda incluye como una de las novedades más importantes la creación de una consejería de Urbanismo y Vivienda. Su compromiso incluye "situar la vivienda en el centro de la política económica" y alcanzar "un gran acuerdo" entre el Gobierno de Castilla-La Mancha, ayuntamientos "y sobre todo" los constructores y promotores. El objetivo es rebajar el precio del suelo, y por lo tanto, el precio final de la vivienda. "Muy pronto"presentará un "plan de choque de acceso a la vivienda que satisfaga la demanda de vivienda barata y de alquiler".

Barreda se comprometió a gobernar "desde la cercanía y la proximidad, diciendo siempre la verdad y cumpliendo la palabra dada. Sin extremismos, sin insultos y sin extravagancias, con dialogo y moderación", y pidió la colaboración del PP para llevar a cabo su programa de gobierno.

El futuro presidente de Castilla-La Mancha mostró su agradecimiento a Bono, de quien dijo que su contribución ha sido "decisiva" para la formación de esta comunidad autónoma. Su primera decisión como presidente será concederle la Medalla de Oro.

El PP criticó el discurso de Barreda por no entrar en detalles ni concretar las políticas con las que pretende sacar a Castilla-La Mancha del "furgón de cola". Según el viceportavoz del Grupo Parlamentario Popular, Lucrecio Serrano, "muchas palabras pero no ha dicho nada".