Las cajas aportan 18 millones a proyectos culturales y asistenciales
Las cajas de ahorro catalanas aportarán este año 18 millones de euros de los fondos de su obra social a financiar proyectos culturales y asistenciales pactados con la Generalitat. El consejero de Economía, Antoni Castells, firmó ayer la renovación del convenio de colaboración del Gobierno con la Federación Catalana de Cajas de Ahorro en materia de obra social, por el cual la Generalitat y las 10 cajas catalanas acuerdan destinar "los fondos a organizaciones y entidades privadas que se dediquen a promover actividades culturales y educativas, y también a atender colectivos sociales con necesidades asistenciales, como las personas mayores o los discapacitados", según una nota hecha pública ayer por Economía.
La renovación del convenio entre la Administración y las entidades -este año es la septima vez que se renueva- incrementa el 11,11% los recursos aportados en 2003 y, como en anteriores ocasiones, los fondos se entregan en proporción al volumen de activos de cada caja de ahorros. La Caixa, con 9,48 millones de euros, realiza la mayor aportación, seguida de Caixa Catalunya, con 2,6 millones de euros.
Economía destaca que este acuerdo sirve para "orientar y establecer prioridades en materia de obra social" y añade que así las entidades de ahorro catalanas "invierten una parte de su obra social en dar respuesta a las nuevas necesidades de los ciudadanos". El convenio de renovación prevé, además, la creación de de 10 comisiones de seguimiento diferentes, formadas por representantes de la Generalitat y de cada caja de ahorro, para mejorar la transparencia del proceso y efectuar un seguimiento del destino de los fondos.
El modelo actual
Los convenios sobre obra social entre la Generalitat y las cajas de ahorro empezaron a firmarse en 1998 por iniciativa del Departamento de Presidencia del Gobierno en la etapa de CiU. Más tarde, estos convenios pasaron a ser responsabilidad de Economía, puesto que a este departamento corresponde la tutela de las cajas.Y tras el cambio político de las últimas elecciones autonómicas, el propio consejero Castells destacó en los primeros días de su mandato la significación de los convenios con las cajas y el papel de la obra social. El pasado 2 de enero el consejero llegó a anunciar que acometería, aunque sin prisas, "retoques" en la ley catalana de cajas de ahorro con el objetivo de reforzar el papel de la obra social y subrayó su intención de "preservar el modelo actual de cajas".
El último decreto de cajas del Gobierno de CiU limitó la capacidad de control del Ejecutivo autónomo sobre los recursos destinados a la obra social de las cajas, tras las críticas lanzadas desde las propias entidades y otros sectores de la sociedad civil contra el reglamento anterior, considerado intervencionista.
