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Reportaje:BALONMANO | Una figura mundial en España

La última oportunidad de El Viejo

El Ademar ficha en el final de la Liga al sueco Olsson, de 40 años, uno de los más grandes

Cumplidos los 40 años en marzo, Staffan Olsson, fichaje de última hora del Ademar León, sigue siendo, en palabras de Demetrio Lozano, "un enorme jugador, un líder, un ídolo que lo ha ganado todo".

Y Lozano sabe bien de lo que habla. Ex jugador del equipo leonés y ahora en las filas del THW Kiel alemán, donde compartió vestuario con la estrella sueca, el martillo pilón de la selección española ha ejercido de improvisado hombre de confianza de jugador y club en la operación que ha llevado a Olsson a tierras leonesas. Los argumentos del español, ayudado por Magnus Andersson, otro veterano nórdico que llegó a León en el tramo final de la Liga de 2001 ganada por Ademar, fueron claros: "Es un jugador que se ha cuidado, un ejemplo como deportista. Disfruta el balonmano con una ilusión que no tienen muchos chavales de 20 años, y ésta era su última oportunidad de jugar en España".

Den gamle (El viejo), como le llaman cariñosamente en Suecia, también reconoce que "era la última oportunidad de jugar en una de las dos ligas, junto a la alemana, más competitivas de Europa. Había que aprovechar la ocasión". Sin embargo, Olsson no tendrá mucho tiempo para impartir lecciones como lateral derecho, aunque desde el club ya están más que satisfechos por su "rendimiento mediático".

En lo deportivo, el sueco ha jugado una quincena de minutos en cada una de las dos últimas victorias del Ademar y sólo podrá disputar los cuatro encuentros que quedan de Liga. De momento, además de demostrar su bien ganada fama de jugador duro y leñero, la zurda de seda del melenudo sueco ya le ha servido para marcar tres goles con el Ademar, del que Olsson destaca "la calidad y el buen ambiente".

Definido por Manuel Cadenas, entrenador de su nuevo equipo, como un "jugador carismático y de calidad que reúne todas las virtudes de los grandes", Olsson considera que las seis semanas de "experiencia española" pueden ser "suficientes", en parte condicionado por el año de contrato que le resta con su actual club, el Hammerby IF de su país, pero también por el desgraciado aterrizaje en España. Tras debutar en Alicante, el sueco sufrió el robo del pasaporte y de un ordenador cuando esperaba el avión que le iba a llevar de vuelta a Suecia para completar los trámites del traspaso. "Son cosas que pasan" dice tranquilo desde sus 199 centímetros.

Amante del yoga y de los bolos, Olsson ha sido uno de los pilares de probablemente la mejor selección, de cualquier disciplina deportiva, de los últimos 15 años. Dos veces campeón del mundo y cuatro europeo, después de 357 partidos y 852 goles junto a la maravillosa generación encabezada por Magnus Wislander, el mejor jugador del pasado siglo según la federación internacional, y Tomas Svensson, la espina clavada de todos ellos son los Juegos Olímpicos. Con tres platas olímpicas en el cuello y ausente Suecia de la cita de Atenas, Olsson confiesa que su peor recuerdo deportivo es la final de los Juegos de Atlanta: "En el primer tiempo contra Croacia tiramos a la basura un excepcional trabajo de muchos años y todavía no me explico las razones". El mejor es el primer título mundial de Suecia en 1990. "Por entonces no nos creíamos capaces de ganar" asegura.

"La familia es lo que más me importa junto al balonmano, ambas me llenan de placer", insiste desde hace años Olsson, todavía reticente a pensar en la retirada: "Es muy fácil mantenerse en activo con mi edad, tan solo hace falta tener ilusión por el juego". Tal vez por ello defensor a ultranza de entrenar y jugar "siempre al máximo", El viejo predica con el ejemplo, y antes de venir a España estaba entrenándose con el Kiel para guardar la forma pese a que la temporada había concluido para el Hammarby IF. Sólo él sabía la razón: "No quería dejar el balonmano sin jugar en España. El dinero no tiene nada que ver, siempre he deseado probar cómo es esta Liga".

Olsson, en su época del Kiel, en un partido contra el Barça en 2001.
Olsson, en su época del Kiel, en un partido contra el Barça en 2001.AP

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