Los cuatro goles de Villa no dejan a salvo al Zaragoza

La tarde comenzaba complicada para Víctor Muñoz, que tuvo que alinear una defensa nunca vista en el Zaragoza, y acabó peor. Los centrales titulares, Milito y Álvaro y el lateral derecho, Cuartero, no pudieron jugar por sanción, lo que hizo cambiar el esquema natural al técnico aragonés, imporvisando con Ponzio en el flanco derecho de la defensa. Pero los verdaderos protagonistas del partido fueron los delanteros, especialmente Villa, que logró los cuatro goles del Zaragoza. De poco le sirvió.

El Sevilla supo aprovechar en los primeros minutos de juego la incertidumbre defensiva de su rival. Casquero marcó tras un rechace en el área después de que el conjunto andaluz sacara tres córners consecutivos. La inseguridad en la defensa zaragocista era evidente y el Sevilla se aprovechó de ello en el inicio.

El Zaragoza, visto lo visto, aprovechó por encomendarse a su ataque. David Villa comenzó su recital tras rematar un centro de Savio, que se hizo fuerte en su banda. Por ahí también llegó el segundo gol del Zaragoza. Su diseño fue similar al del primero, pero en esta ocasión, Villa recibió el balón en el borde del área y él solito superó a tres defensas para colocar el balón raso justo donde Esteban no podía llegar.

A los dos minutos de la segunda parte Casquero sacó un lanzamiento desde fuera del área que sorprendió a Laínez. La incertidumbre por el resultado aumentaba, pero la de ayer, más que ninguna otra, era la tarde de Villa. Y en esta ocasión, por primera vez en la Liga, el delantero asturiano conseguiría un gol de falta directa, el tercero de su equipo y de su cuenta. No sería el último Hizo también el cuarto, de penalti cometido sobre él mismo.

A pesar de la ventaja, Víctor Muñoz no pudo respirar tranquilo porque su esquema defensivo, extraño de por sí, tuvo que ser modificado de nuevo a mitad de la segunda parte tras la expulsión de Toledo. Todo, menos el resultado, jugaba en contra del Zaragoza. Baptista acortó distancias de penalti y la grada se puso a temblar. Con un hombre más el Sevilla volvió al acecho y cazó el empate con un gol de Carlitos en el minuto cinco de la prolongación que enmudeció a La Romareda.