Málaga y Depor firman tablas

Málaga y Depor sellaron tablas en un partido de más a menos que complica las aspiraciones de los locales de ir a la Copa de la UEFA.

El Málaga empezó a hacer aguas por el mismo lugar donde naufragó en el Nou Camp, los costados, especialmente el izquierdo. En balones diagonales el Depor comenzó a llegar con claridad tras superar los 10 primeros minutos de acoso malaguista a base de balones aéreos. Llegando por esa banda, primero Tristán envió fuera un remate sin oposición, después César cabeceó al palo, y a la tercera Victor paró el balón, dio unos pasos, y batió a Calatayud.

Llovía sobre mojado. Juande Ramos señaló un culpable, Valcarce, y lo sustituyó por Canabal, que desplazó a Insúa de la media punta a la banda, y éste a su vez envió al lateral a Duda. El cambio revolucionó al Málaga, que tras el gol veía como como el Depor imponía sus toques de balón con un Djalminha, que jugó su primer partido como titular en la temporada, muy participativo. En la segunda parte desapareció.

Pero el Málaga tocó a la carga con un arma que maneja con acierto: balones colgados. La defensa del Depor empezó a pasar apuros, hasta que en el minuto 40 Canabal empató en un extraño gol, uno de los suyos, en un balón centrado desde la izquierda que se paseó por el área sin que nadie rematara o despejara. En el segundo palo, el media punta remató mal, el balón salió muy flojo y dio en el cuerpo de Munúa que se había tirado a la desesperada para tapar el hueco, pero no lo hizo del todo.

En el segundo tiempo el Málaga mantuvo su empuje, la presión en el centro del campo y los balones bombeados, sobre todo desde la izquierda. Salva estuvo cerca del gol en dos ocasiones. Irureta introdujo cambios para conseguir mantener el balón y dormir el tiempo de un partido que se fue apagando poco a poco sin que nadie prendiera hacer saltar una chispa que pudiera inclinar la balanza.