El italiano 'Luna Rossa' toma contacto con el mar de la Copa del América

Las aguas de Valencia, que entre la primavera y el verano de 2007 serán el escenario de la Copa del América de vela, acogieron ayer a un invitado especial: el velero Luna Rossa, italiano, uno de los firmes aspirantes a destronar al suizo Alinghi, el vigente campeón. El Luna Rossa ha sido el primer equipo en instalar su base en el Club Náutico de Valencia. Y ayer se convirtió en el primero en surcar las aguas en las que se celebrará la próxima edición.

El Luna Rossa ha sido uno de los veleros más competitivos en las últimas ediciones. En 2001 se impuso en la Copa Louis Vuitton, la competición que enfrenta a todos los aspirantes. Sin embargo, en la final sucumbió ante el poderoso New Zealand, el barco patroneado por el neozelandés Rusell Coutts, que tras aquella edición fichó por el suizo Alinghi, que ganaría en 2003 en aguas de Auckland (Nueva Zelanda).

Patroneado por Francesco de Angelis (Nápoles, 1960), el Luna Rossa fue semifinalista en la última edición. En 2007 será uno de los desafiantes más poderosos. Sustentado en los millones de la multinacional Prada, el equipo italiano ha sido el primero en montar su base en Náutico, mucho antes de que esté lista la dársena interior del puerto de Valencia, donde se instalarán todos los equipos.

El Luna Rossa llegó a Valencia el pasado 2 de abril. Sobre una área de 5.000 metros cuadrados, los italianos levantaron dos carpas gigantes. Trabajaron desde las ocho de la mañana a las siete de la tarde. Entonces, Antonio Marrai, el responsable de la base italiana, anunció que saldrían a navegar a finales de mes. Así ha sido.

El desafiante más madrugador, por lo menos el primero en conocer in situ las condiciones climatológicas de la zona, dispone de dos embarcaciones: el ITA 74, con el que compitió en Auckland, y el ITA 80, que ha sido estrenado en Valencia. Estas dos embarcaciones servirán para entrenar hasta que tome cuerpo el velero con el que el equipo italiano participará en 2007. Lo primordial ahora es conocer el campo de regatas, familiarizarse con las aguas y los vientos de Valencia, idóneos para la competición, según los expertos.