La Biblioteca General y los cuentos

Érase una vez una biblioteca. No una cualquiera, sino la Biblioteca General de Navarra (BGN). Situada en la plaza de San Francisco de Pamplona, se había quedado tan pequeña e inadecuada que pedía a gritos un cambio de instalaciones.

Había también unos políticos que, prestando oídos a esos gritos, reconocieron ya en el lejano 1991 que la situación era insostenible y manifestaron que darían prioridad a la construcción de una nueva biblioteca. Las intenciones parecían buenas, pero han resultado insuficientes para resolver el peliagudo problema de decidir el lugar idóneo para dicha biblioteca.

Distintos emplazamientos se han barajado a lo largo de los últimos años, saliendo recurrentemente a la palestra el solar de Intendencia, contiguo a

la estación de autobuses. Este solar, considerado por muchos óptimo para edificar la BGN, fue definitivamente descartado por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona en 1999. La razón: el gran interés de ambas instituciones en revitalizar el casco antiguo de la ciudad no les permitía aceptar una BGN fuera de la parte vieja; a sólo dos pasos, pero fuera de ella.

Había también, en la plaza de San Francisco, unas escuelas que las mismas autoridades consideraron el lugar más apropiado para instalar la nueva biblioteca.

Para resolver el pequeño obstáculo de la existencia de niños que asistían a ellas decidieron trasladarlos al ex colegio de las Teresianas, en la calle Mayor. Pero este sacar niños para meter libros no gustó, como era de suponer, a los padres de los alumnos, que después de muchas protestas consiguieron a finales del año pasado que se impusiera el sentido común, y los niños se quedaron en su escuela.

Y los navarros, de rebote, de nuevo sin biblioteca.

Pasados 13 años y tras la realización de un concurso de ideas para construir la BGN en el solar de las escuelas de San Francisco, que repartió 18 millones de pesetas en premios, parece que hemos vuelto al inicio. Pero no, no nos engañemos, porque las cosas han cambiado mucho; al inicio había también un solar, el de Intendencia, libre y perfecto para acoger la sede de la BGN; hoy en día, en cambio, en ese solar se está construyendo el flamante edificio de El Corte Inglés, que hará un guiño consumista al toque cultural aportado por el vecino Baluarte.

¿Y ahora qué? Es la pregunta que nos hacemos muchos. El consejero de Cultura sugirió hace poco la posibilidad de ubicar la BGN en Mendebaldea. Y el Ayuntamiento de Pamplona, antes tan locuaz y tan empecinado en su "casco viejo, casco viejo, casco viejo", ahora calla.

Hay otras propuestas: la estación de autobuses, los conventos de Salesas y Recoletas, los Salesianos...

La Asociación Navarra de Bibliotecarios, aprovechando que el día 23 de abril se celebró el Día del Libro, quiere recordar la importancia de este tema y pedir que se abra un debate a fondo sobre la ubicación de la BGN en el que las opiniones técnicas cualificadas prevalezcan sobre cualquier otro tipo de criterios y/o intereses.

Por el momento vamos a terminar, pero no nos atrevemos a decir que este cuento se ha acabado. Ni siquiera sabemos cómo va a acabar.

Lo que sí tenemos claro es que a estas alturas sabemos, como León Felipe, todos los cuentos. Por ello pedimos también que no nos cuenten más cuentos.