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El juez decano exige 25 nuevos juzgados en la capital

Madrid, a diferencia de Barcelona, tiene un juzgado de familia por cada 318.000 habitantes

Los juzgados de lo Civil de Madrid (que dirimen conflictos entre ciudadanos) están cada vez más atascados y desbordados de trabajo. El juez decano de Madrid, José Luis González Armengol, asegura que "para frenar el caos reinante" hacen falta con urgencia otros 25 juzgados (20 ordinarios y cinco más de familia). En los últimos años se ha producido una eclosión de demandas de separación y divorcio. La capital dispone ahora de 76 juzgados de lo Civil (62 ordinarios, 10 de familia -dos creados recientemente-, dos de tutelas e igual número de hipotecarios).

Durante el año 2003, los asuntos registrados en la jurisdicción civil han vuelto a crecer. En concreto, entraron 110.298 asuntos (incluyendo los relativos a ejecución de sentencias), de los cuales 15.009 fueron sobre conflictos familiares: divorcios, separaciones y medidas provisionales en parejas que no se ponen de acuerdo al formalizar la ruptura, etcétera.

Basándose en estas cifras, un informe del juez decano de Madrid resalta que los juzgados civiles o de primera instancia están registrando muchos más asuntos de los que el propio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) considera razonable: esto es, 720 asuntos civiles por juzgado y año. La mayoría de los juzgados de la capital superan con creces la cantidad máxima de asuntos por juzgado que recomienda el CGPJ. Mientras en Madrid cada juez recibe 1.128 asuntos civiles anuales, en Barcelona tocan a 819 asuntos por juez.

Desde que un ciudadano de Madrid capital interpone una demanda y hasta que el juez la resuelve pasa un tiempo medio "de once meses", según el citado informe del decanato. En el resto de España la media se sitúa en algo "más de siete meses".

Once meses es la demora media en Madrid, si bien hay muchos juzgados en los que los retrasos pueden acercarse a los 18 meses. Un dato evidente es que hay juzgados que fijan la audiencia previa (una vistilla anterior al juicio) con un año de retraso. A ese año hay que añadir los meses que transcurren entre la audiencia previa, el juicio y la sentencia. "La jurisdicción civil no da abasto y tiene mucho trabajo; aun así, los jueces están resolviendo más asuntos de los que les corresponden según el módulo del Consejo", destaca González Armengol. "Los juzgados de Madrid absorben el 23% del total de asuntos civiles que ingresan en toda España", subraya el decano.

Aparte de la carga de trabajo, González Armengol concluye que "la inestabilidad de la plantilla de funcionarios", unida "al resultado insatisfactorio del programa informático Libra" y a la actual dispersión de los juzgados civiles, que "ocupan cuatro sedes distintas", son las principales causas del desbarajuste reinante en la jurisdicción civil madrileña. El decano explica: "La situación de estos juzgados, por la elevada carga competencial que tienen, se ve agravada por disfunciones en la plantilla de funcionarios, pues ésta está sometida a gran inestabilidad debido a la profusión de personal interino (...). Además, se observa una tendencia al aumento de la pendencia (casos pendientes) y tiempo de señalamiento de los juicios en virtud del notable incremento que supuso la implantación de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, y ello pese a que el nivel resolutorio de los jueces es muy alto".

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1.710 casos por juez

Hay un dato llamativo: hasta enero de este año, la capital madrileña disponía de ocho juzgados de familia, igual que Barcelona, y ello pese a que el partido judicial de Madrid (3.182.738 habitantes) dobla en población al de Barcelona. Ambas ciudades tenían igual número de juzgados hasta el 1 de enero, fecha en que se crearon otros dos más en Madrid (ahora hay 10). De ello se infiere que la capital madrileña ha dispuesto hasta enero de este año de un juzgado de familia por cada 397.000 habitantes (ahora, 318.000), mientras que Barcelona tenía uno por cada 197.842. Los jueces madrileños tocan cada uno a 1.710, casos y los de Barcelona, a unos 1.100.

No sólo están atascados los juzgados de familia. Los dos que hay de tutelas, en la calle de María de Molina, también están hipersaturados. Estos juzgados velan por los derechos de las personas que no pueden valerse por sí mismas. Entre sus obligaciones, está comprobar que los hospitalizados por problemas psiquiátricos padecen efectivamente una patología mental y requieren un tutor que administre sus bienes mientras se curan. Estos juzgados registraron en 2003 7.925 asuntos. También faltan fiscales en Madrid; en concreto, 50. Hay asuntos a los que no acuden los fiscales porque les falta plantilla.

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