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El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria y Edipsa firman un nuevo acuerdo para urbanizar El Cantal

El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria y la constructora Edipsa firmaron ayer el acuerdo que pone fin a años de desencuentro y polémica sobre la protección de El Cantal, un paraje que tiene en su subsuelo cuevas prehistóricas, algunas de las cuales están protegidas por la Junta de Andalucía.

En virtud del convenio, Edipsa, propietaria desde hace 14 años de los terrenos, calificados de urbanizables, renuncia a parte de sus derechos y al proyecto de urbanización que fue autorizado por la anterior corporación municipal. El techo edificable se verá reducido en 11.000 metros cuadrados, y la promotora recibirá como compensación de esta merma y de los gastos que ha debido afrontar derechos de explotación de un suelo con 21.500 metros cuadrados de techo edificable en la zona de Alique, pendiente aún de urbanizar.

El alcalde de Rincón, el socialista José Domínguez, saludó ayer el acuerdo como muy satisfactorio para la ciudad porque le permite satisfacer la vieja aspiración de conservar y poner en valor las cuevas prehistóricas. Según el acuerdo firmado ayer, se construirá en la zona un parque arqueológico de 7.000 metros cuadrados.

La historia de la urbanización de El Cantal arrastra una vieja polémica desde que hace 14 años Edipsa adquiriera los terrenos y proyectara después sobre ellos una urbanización con 400 viviendas.

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía sólo declaró Bien de Interés Cultural algunas de las cavidades, y el suelo fue calificado de urbanizable en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente en la ciudad.

Una plataforma ciudadana reivindicó siempre la protección del paraje. La polémica se recrudeció en octubre de 2002, cuando el consistorio, presidido entonces por José María Gómez Muñoz, concedió licencia para un bloque con las primeras 44 viviendas y la constructora inició las obras de urbanización.

Gómez Muñoz, que accedió a la alcaldía con el PP aunque fue expulsado del partido meses antes de conceder la licencia, y la constructora se encontraron con la oposición del PSOE y el PP, que se sumaron a la reclamación de proteger el paraje y entendían que si bien el proyecto primitivo de Edipsa no afectaba a las cuevas protegidas, sí dañaba a otras cavidades e impedía el objetivo de preservar el conjunto de los yacimientos.

Los dos principales partidos se comprometieron en la campaña electoral para las municipales del año pasado a modificar el proyecto. Tras los comicios, ambos partidos suscribieron un pacto de gobierno que contempla que el PSOE tendrá la alcaldía en los dos primeros años de mandato, y el PP en la segunda mitad. El equipo de gobierno abrió entonces una negociación con Edipsa que ha culminado con el convenio firmado ayer.

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