El agua escondida
Docenas de viejos aljibes aún se conservan en espacios naturales y grandes ciudades
Para conocer la Granada islámica existen múltiples rutas más o menos convencionales, itinerarios que en todos los periodos vacacionales registran una notable afluencia de turistas. Pero al margen de estos recorridos existen otros circuitos, menos conocidos, que nos acercan a algunos elementos peculiares del periodo histórico más atractivo de esta ciudad.
No existen muchas urbes, de cierto tamaño, en donde el agua adquiera el protagonismo que tiene en Granada, y en donde sea posible examinar los primitivos sistemas de distribución y almacenamiento de la misma. Sistemas perfectamente adaptados al clima y la orografía, respetuosos con la conservación de este recurso escaso y diseñados para facilitar su uso público en perfectas condiciones de higiene.
El Albayzín, por ejemplo, puede recorrerse siguiendo el itinerario que marcan algunos de los muchos aljibes que salpicaban este barrio, una fórmula turística y educativa que desde hace tiempo oferta la empresa municipal de aguas (Emasagra). Desde octubre a mayo es posible concertar una visita guiada a estas curiosas construcciones que garantizaban, gracias a los aportes de las acequias y la lluvia, la disponibilidad permanente de un elemento vital.
El barrio conserva 26 aljibes públicos que Emasagra y la Fundación Albayzín están restaurando, si bien la visita, que dura unas tres horas, sólo incorpora una docena de estos depósitos. El recorrido, que puede concertarse en Internet (www.emasagra.es), se inicia en el popular mirador de San Cristóbal que, a sus magníficas vistas, suma junto a la iglesia el aljibe del mismo nombre, situado a más de seis metros bajo el nivel de la calle para facilitar la llegada del agua por gravedad.
Uso duradero
Siguiendo la calle Larga de San Cristóbal se visitan los aljibes de San Bartolomé, situado bajo la capilla bautismal de la iglesia del mismo nombre, y el Colorado. El Aljibe de Paso está en San Gregorio Alto, y el de la Vieja, muy cerca del anterior, se encuentra bajo los jardines de un carmen. El Aljibe del Rey, o Aljibe Viejo, se localiza en el recinto de la Alcazaba antigua, en la zona en la que se levantaban los palacios de los gobernantes ziríes en el siglo XI.
De nuevo junto a una iglesia, la de San Miguel, encontramos su aljibe homónimo, y lo mismo ocurre en el mirador de San Nicolás, cuyo aljibe incorpora una fuente y una portada que lo hacen visible en uno de los puntos de mayor interés paisajístico de la ciudad.
El recorrido suma, por último, los aljibes de las Tomasas, el tercero en capacidad de los que se conservan en Granada (154 metros cúbicos), y el de la Cuesta de las Tomasas, diferente a todos los anteriores ya que su planta es circular y está cubierto por una cúpula semiesférica que incorpora el brocal. Este paseo del agua culmina en los Baños del Nogal o Bañuelo, los más antiguos de Granada, frente a la Puerta de los Tableros.
La mayoría de los aljibes que conserva el Albayzín estuvieron en uso hasta mitad del siglo XX, ya que en 1935 entraron en servicio las primeras canalizaciones de agua potable que, poco a poco, se fueron extendiendo por toda la ciudad.
Al margen de la lluvia, que se recogía directamente en algunos de estos depósitos, durante la época árabe el agua llegaba al Albayzín desde la Fuente Grande, en Alfacar, a través de la acequia de Aynadamar, y también del cauce del Darro, de donde partía la acequia de San Juan. Las canalizaciones discurrían en superficie hasta que entraban en el recinto urbano, donde la distribución, subterránea, se organizaba mediante tuberías de cerámica de diversos grosores -atanores-, que primero llegaban a los aljibes públicos y después alimentaban los aljibes y tinajas privadas.
Sobre el uso de la acequia de Aynadamar se conservan algunos documentos que revelan la ordenada regulación de los recursos que aportaba a la ciudad. El agua que circulaba de noche, con independencia del día de la semana, pertenecía siempre a los aljibes y las viviendas, y la distribución se organizaba en función de las diferentes zonas que tenían asignado un día para su abastecimiento.
También han sobrevivido hasta nuestros días los curiosos procedimientos que se aplicaban al agua para favorecer su potabilidad. Las tinajas destinadas a beber se llenaban, si era posible, antes del verano, y el agua que se introducía en ellas se filtraba con alguna tela tupida para evitar las impurezas. En estos recipientes se introducían galápagos (llamados de "perra chica" por el precio al que se compraban) encargados de comerse los "gusarapos", pequeñas larvas y gusanos que podían contaminar el agua. Estos galápagos solían capturarse en el río Cubillas, en Pinos Puente.
sandoval@arrakis.es
Una gota en el desierto
Si en alguna comarca rural andaluza era imprescindible atesorar la poca agua que regalaba el cielo esa era, y es, la de los Campos de Níjar, en Almería. El parque natural que hoy ampara a estas tierras incluye 145 bienes, de carácter etnológico, que a principios de 2001 se incorporaron al Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. En la mayoría de los casos se trata de construcciones relacionadas con la captación y almacenamiento del agua, aunque también figuran molinos que aprovechaban la energía del viento.
Junto a norias y acequias, los aljibes también están presentes en este territorio. Algunos de ellos, como los grandes depósitos de uso ganadero, son de época romana. El aljibe Bermejo, cerca de Campohermoso y construido hace más de 1.700 años, es el único de su género que se conserva en buen estado. Capaz de almacenar cerca de 300.000 litros de agua, servía como abrevadero para los rebaños procedentes de las sierras de Gádor, Filabres y Nevada, que bajaban durante el invierno a pastar en estos campos.
Los aljibes almerienses también se disponían en las viviendas y aún se pueden distinguir por la característica bóveda que los cubre. Si el aljibe doméstico estaba bien diseñado podía llegar a recoger unos 200.000 litros de agua, que garantizaba el consumo familiar por un año.
Puede consultarse más información sobre los aljibes del Albayzín en un informe del Gabinete Pedagógico de Bellas Artes (www.juntadeandalucia.es/averroes/gpba/granada). Los aljibes del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar figuran en un estudio del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (www.juntadeandalucia.es/cultura/iaph/infopha/05textose/boletin37/b3703.html).
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