El Altea sigue de una pieza

El Altea podrá contarlo con la cabeza bien alta. Podrá contar que un día llegó a la final de una competición internacional, que le plantó cara al poderoso Kiel, una constelación de estrellas del balonmano europeo: 15 jugadores, todos internacionales; que perdió en la ida (28-32); que luego jugó en el imponente Ostseehalle, con capacidad para 10.250 espectadores...

La distancia entre el Kiel y el Altea es abismal en todos los aspectos. Mientras para el conjunto español, alcanzar la final de la Copa EHF es una gesta, para el Kiel era casi una obligación después de perder sus opciones al título en la potente Bundesliga, en la que marcha segundo tras el Flensburg.

Aunque ha perdido a algunas de las figuras que le hicieron grande, como los suecos Wislander y Olsson, el Kiel continúa teniendo un potencial enorme. En la portería tiene al alemán Fritz, un muro contra el que chocaron los lanzamientos del Altea, que en la segunda parte recobró el aliento tras marcharse al descanso con siete goles de desventaja (10-17).

El Altea se mantuvo de pie merced a la actuación del metea sueco Asmussen, pletórico. Paró tanto o más que Fritz, escoltado por una defensa que cuenta con el español Demetrio Lozano, quien la próxima temporada regresa a la liga española. Antes, Lozano tiene que cumplir con sus obligaciones en el Kiel. O sea, ganar la Copa EHF. Algo que ya tiene a tiro.