La evolución de un descapotable visionario
El diseño seductor y la conducción deportiva de los descapotables biplaza, con una elaboración exquisita y las tecnologías más avanzadas en mecánica y seguridad. Ésta es la propuesta del nuevo Mercedes SLK, un automóvil de capricho que combina el dinamismo y el carácter lúdico de estos coches con la clase, el confort y la técnica de la marca alemana. Y todo vestido con un traje impactante que integra un techo de metal retráctil para potenciar su funcionalidad y distinguirle de la competencia.
Los rivales del nuevo Mercedes aportan detalles diferenciadores: el BMW Z4 ofrece una manejabilidad más eficaz, el Porsche Boxster tiene una deportividad más acentuada y el Audi TT Roadster incluye la tracción 4×4 como valor añadido. Sin embargo, el nuevo SLK marca la diferencia porque es el más completo, selecto y avanzado, tres virtudes que se reflejan también en los precios: ya está a la venta en España a partir de 39.300 euros.
Atlético y con carácter
El SLK 2004 mantiene las proporciones atléticas de los descapotables biplaza: es bajo, ancho y afilado, tiene un morro alargado y una zaga recortada. Sin embargo, se distingue de los patrones habituales ofreciendo un empaque y elegancia notables, y, sobre todo, aporta un llamativo frontal inspirado en los fórmula 1 que refuerza su carácter y personalidad. Además, la pintura incluye un esmalte especial con nanopartículas cerámicas que triplica la resistencia ante los roces y rayaduras.
Al margen de la estética, el SLK tiene una calidad de conjunto sobresaliente. Entre la carrocería, un 42% más rígida en torsión, y el excelente ajuste e insonorización del techo de metal, ofrece una conducción tan eficaz como la de los mejores coches cerrados. Y sólo la posición al volante, baja y estirada, junto a la firmeza de las suspensiones y las sensaciones que aporta la propulsión trasera, revelan su alma de biplaza deportivo. El conjunto destaca también por su comodidad y permite afrontar los viajes largos. Además, por dentro presenta un ambiente más original y creativo de lo habitual en Mercedes, aunque, a diferencia de la carrocería, el diseño interior se decanta por reinterpretar el de los deportivos clásicos.
Tres motores y buen equipamiento
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La gama del SLK incluye tres mecánicas. El motor 1.8 con compresor y 163 CV
(39.300 euros) es el más accesible y recomendable: lleva un cambio manual de seis marchas y combina buenas prestaciones y consumos aceptables (230 km/h. y 12,6 litros en ciudad). Además viene de serie con casi todo: climatizador, ordenador de viaje, volante multifunción, conexión automática de los faros, radio-CD con teclado numérico para teléfono móvil, llantas de aleación de 16 pulgadas, elevalunas y retrovisores eléctricos y la mejor dotación de seguridad.
El 3.5 V6 de 272 CV es el siguiente escalón (48.900 euros) y llegará en verano. Incluye el mismo cambio manual y cuenta como opción con el 7G-Tronic, una innovadora caja automática de siete marchas con los mandos en el volante. Los dos permiten disfrutar su sonoridad y empuje, porque el motor ofrece unas aceleraciones fulgurantes: sólo 5,6 segundos de 0 a 100 km/h.
Por último, el exuberante 5.5 AMG de 360 CV (72.300 euros) es la alternativa superior y
convierte al SLK en el primer descapotable de su tamaño con motor V8. Saldrá a la venta en otoño, sólo se ofrecerá con el cambio 7G-Tronic y acelera de 0 a 100 km/h. en 4,9 segundos.
DISEÑO DEPORTIVO Y CALEFACCIÓN ESPECIAL
UN SALPICADERO original elaborado con materiales impecables y un puesto de conducción que permite sentirse a gusto y disfrutar al volante. Éstas son las primeras impresiones que transmite el interior del nuevo SLK.
La presentación reinterpreta el diseño de los deportivos clásicos (relojes y mandos circulares, detalles plateados sobre fondo oscuro) y ofrece una imagen mucho más sugerente que la del modelo anterior. Mantiene la elegancia de Mercedes, pero la resolución de la instrumentación y las salidas de aire, los asideros de las puertas y el freno de mano aportan un toque valiente y creativo que le distingue del resto de modelos de la marca.
También resalta el sistema Airscarf o bufanda de aire. Se trata de un equipo de calefacción especial que permite circular sin techo incluso en invierno: utiliza unas bocas de climatización situadas en la parte superior de los asientos para calentar la cabeza y hombros de los ocupantes. Es muy eficaz, pero se ofrece como opción y para poder montarlo hay que adquirir también la tapicería de cuero y los asientos calefactados (2.250 euros en total).
La mayor amplitud de las dos plazas y la dotación de huecos para objetos, correcta y bien distribuida, mejoran el confort y la funcionalidad interior. Y el maletero permite llevar dos maletas flexibles y algún bulto pequeño: gracias a un nuevo sistema de plegado del techo tiene ahora 208 litros de capacidad (63 más que antes) cuando se circula descapotado.
PROTECCIÓN AVANZADA
EL NUEVO SLK es el descapotable con mejor equipamiento de seguridad de su categoría (Audi TT, BMW Z4, Porsche Boxster...). Todas las versiones incluyen de serie control de estabilidad ESP, airbags frontales con dos etapas de inflado (una para impactos leves y otra para los más severos) y unos airbags laterales más altos que protegen el torso y también la cabeza.
La seguridad en caso de vuelco ha recibido asimismo una atención especial: incluye arcos antivuelco y un parabrisas reforzado. Según Mercedes, las pruebas internas han permitido comprobar una deformación mínima de los dispositivos que garantiza la integridad de los ocupantes. La marca alemana simula los impactos de los vuelcos dejando caer el coche boca abajo desde una altura de medio metro, una comprobación exigente para la carrocería, porque en los vuelcos reales el coche suele girar sobre las esquinas del techo sin caer de plano.
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