Rañé llevará a cabo la interconexión eléctrica con Francia que exige Bruselas

El Gobierno de la Generalitat está dispuesto a "desatascar" la interconexión eléctrica con Francia y apuesta por terminar la construcción de la línea entre Bescanó (Gironès) y la frontera, interrumpida a causa de la oposición de algunos municipios y de las plataformas ecologistas. El compromiso del consejero de Trabajo e Industria, Josep Maria Rañé, fue tajante: "Las cosas importantes hay que poder hacerlas".

La intervención del consejero, basada en el documento titulado La nova política industrial i energética de Catalunya, resultó, a criterio de la oposición, bastante generalista y "falta de concreción" en algunos de sus puntos. El diputado y ex consejero de CiU Antoni Fernández Teixidor tildó al consejero de excesivamente "ideológico" y hasta censuró su excesivo "optimismo", al asegurar que construirá la línea de interconexión eléctrica con Francia "sin tener en cuenta la animadversión que genera el proyecto en algunas administraciones locales de los municipios afectados y en las plataformas medioambientalistas".

Rañé, que dedicó al tema energético el grueso de su ponencia ante la Comisión de Industria y Energía de Parlament, mostró su compromiso con la Comisión Europea, que en la Cumbre de la UE de Barcelona, celebrada en 2000, se comprometió a impulsar la interconexión transfornteriza hasta el 10% de la capacidad energética española. En la actualidad, la interconexión es de apenas el 4%, ya que aquel compromiso de la UE ha sido incumplido por el Gobierno español del PP y no ha recibido apenas impulso alguno desde París. El consejero socialista señaló ayer que la interconexión ayudará al abastecimiento de energía que precisa la línea del AVE que enlazará Barcelona con Francia, pero, advirtió, "no se trata en ningún caso de una relación causa efecto", puesto que la nueva línea de alta tensión es necesaria "no únicamente para alimentar al AVE, sino para dar mayor elasticidad a la oferta energética del mapa catalán en momentos de alto consumo".

Falta de inversiones

Rañé anunció también la elaboración de un nuevo Plan de Energía en Cataluña con el horizonte del 2015 para "garantizar el suministro energético necesario y mejorar la calidad del servicio eléctrico", que ahora mismo "está muy lejos de ser satisfactorio". El consejero afirmó que en Cataluña "no se puede garantizar, a corto y medio plazo, una suficiente oferta energética". También dijo que la actual situación se debe a la "falta de inversiones en infraestructuras por parte de las compañías -en alusión, tanto a Endesa, la compañía encargada de la distribución en baja y media tensión, como a Red Eléctrica, la responsable del transporte de la alta tensión- y a la "incapacidad" del anterior Gobierno de CiU a la hora de evitar las "numerosas interrupciones de suministro y las situaciones de carencia". El titular de Industria dijo que uno de los "factores básicos" del nuevo plan energético será "restablecer la comunicación con Fecsa-Endesa y la credeibilidad de la compañía" respecto a su plan de mejora de las infraestructuras para el periodo 2004-2008.

El nuevo plan de energía, adelantó Rañé, incluirá un esfuerzo específico en materia de eficiencia energética basado en el ahorro y además una apuesta decidida por el desarrollo de las energías renovables. El Departamento se ha marcado como objetivo para esta legislatura "autorizar parques eólicos, hasta alcanzar los 1.500 megavatios de potencia, así como crear 5.000 nuevos puntos de aprovechamiento de energía solar", dijo Rañé.

El segundo eje del debate que se desarrolló ayer en la Comisión de Industria y Energía del Parlament, que preside el socialista Miquel Barceló, fue el modelo de política industrial del Gobierno tripartito, "basado en el fomento de la innovación y la transferencia de tecnología".

El Gobierno, que ya forjó un acuerdo marco sobre la competitividad comprometiendo en ello a varios departamentos y a patronales y sindicatos, quiere reimpulsar ahora las mesas sectoriales, como la de la electrónica de consumo ya constituida. Las mesas sectoriales cuya constitución está todavía pendiente, como la de la automoción y la del textil, no se han formado todavía a causa de la enconnada guerra de representatividad surgida en las últimas semanas entre la gran patronal, Fomento del Trabajo Nacional, y la organización de pequeñas y medianas empresas, Pimec Sefes.