La rebelión de Roberto Carlos
El brasileño niega un acuerdo con el Chelsea en medio de su distanciamiento con el Madrid
Roberto Carlos es el representante más furioso de la actual plantilla del Madrid. Se ha opuesto abiertamente a la concentración del equipo en Murcia y lo ha hecho público con una virulencia poco común en el gremio de los futbolistas. En plena efervescencia subversiva se ha sabido que el brasileño no quiere seguir jugando en el Madrid, más por desavenencias con la directiva de Florentino Pérez y alrededores, que por otros motivos. Ayer, una fuente vinculada al jugador reconoció que tiene un precontrato firmado con el Chelsea por el cual se ha comprometido a jugar la próxima temporada en Londres si se cumplen ciertas condiciones no reveladas. Lo cierto es que por poner su rúbrica, el brasileño ha cobrado de Roman Abramovich, presidente del club de Londres, dos millones de euros, según las mismas fuentes. Roberto Carlos se mostró muy precavido y tenso ayer por la mañana. "Yo no he firmado nada con nadie", aseguró.
Horas después de que Roberto Carlos desafiara la autoridad del Real Madrid, alguien puso en conocimiento de la Cadena SER que el jugador brasileño había firmado un precontrato con el Chelsea para jugar allí a partir del próximo curso. La noticia fue adelantada en El Larguero en la madrugada de ayer.
"No me parece bien porque yo con mi tiempo libre hago lo que me da la gana: los jugadores deben decidir esto", declaró el jugador el martes, en una rueda de prensa, cuando le preguntaron qué opinión le merecía la orden del club de concentrar a la plantilla durante dos días en la localidad murciana de La Manga. Poco después se conocía la posible existencia de un precontrato con el Chelsea, cuando su acuerdo con el Madrid expira en 2005.
Las relaciones entre Roberto Carlos y la directiva que encabeza Florentino Pérez, incluyendo a Jorge Valdano, nunca fueron buenas. Quizá todo se remonte al apoyo que dio Roberto Carlos a la candidatura presidencial de Lorenzo Sanz, en las elecciones de 2000. El hecho es que ni Pérez quiso equiparar el salario del brasileño al de las demás estrellas principales, ni Roberto Carlos se mostró transigente con lo que le ofrecieron. Al contrario. La soberbia del brasileño chocó de frente con la rigidez de Pérez, cuyas ofertas de renovación nunca han alcanzado los seis millones de euros de salario anual que pide el jugador. Las cantidades ofertadas nunca superaron los cinco millones.
Según fuentes del Madrid, el hecho de que Roberto Carlos tenga un precontrato con el Chelsea no estimulará una puja por retenerle. A pesar de la importancia capital que ha tenido el jugador para el equipo, desde que firmó en 1997, se le considera en vías de decadencia, camino de cumplir 32 años, poco centrado en su trabajo después de su divorcio y con un discreto rendimiento en el campo en lo que va de temporada. Esto es lo que piensa más de un responsable del Madrid.
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