El Madrid pierde la cabeza

Derrotado en la Copa y eliminado el martes de la Champions, el Madrid perdió ayer la cabeza de la Liga en su propio campo. Terreno blanco por excelencia, Chamartín fue por primera vez en el campeonato un calvario para el equipo de Florentino Pérez, que pasó un mal rato ante la rechifla de la hinchada, tan contrariada como desorientada. Osasuna se lo pasó en grande y martirizó al Madrid, que no dio pie con bola, peleado como está con el mundo. Lesionado Ronaldo, se quedó seco ante un rival que cantó tres goles en los momentos que más dañan al adversario.

Parado como está el Madrid, el Valencia le adelantó con su triunfo en Zaragoza. Acelera el cuadro de Benítez, se divierte el Deportivo y se frota las manos el Barcelona en calidad de privilegiado espectador. A su manera, los tres ganaron sus partidos respectivos en cancha ajena. Al primero le avalan la consistencia y su capacidad para administrar cualquier ventaja: ayer maduró su partido con el Zaragoza hasta que marcó Angulo, y a esperar la próxima jornada. El Depor también se lo está pasando pipa. Tal es su estado de gracia que ante el Villarreal reapareció Diego Tristán para marcar un gol de vaselina que evocó la mejor versión del delantero centro después de que Pandiani ya hubiera batido a Reina, al que de nada le sirvió parar un penalti al uruguayo. Y la fiabilidad del Barça en campo ajeno es tal que firmó su sexta victoria consecutiva, en Valladolid, pese a la expulsión de Ronaldinho, que estuvo muy infantil y acabó igual de mal que Fernando Torres, que se perderá el derby madrileño del próximo sábado.