"A Cataluña y Aragón les corresponde decir si puede haber diálogo y acuerdo"
La conversación tiene lugar en su despacho. Un lugar de trabajo que está igual que lo dejó su antecesor y al que sólo ha añadido un pequeño panteón fotográfico presidido por Aznar -seguramente su gran valedor en tiempos difíciles-, pero en el que no faltan imágenes con Zaplana y Camps. En medio de una intensa agenda parece tener la habilidad de detener el tiempo. Sus gemelos con una silueta de toro parecen advertirte de que sólo entrará al quite cuando a él le convenga.
Pregunta. Zaplana planteó en las dos anteriores legislaturas un modelo de crecimiento basado en la potenciación del sector turístico e inmobiliario. El Consell actual ha centrado su proyecto en la consecución del AVE, el Plan Hidrológico Nacional y la Copa del América, en la confianza de que Mariano Rajoy sería el próximo presidente. Eso no será así. ¿Cuál es ahora el proyecto del Ejecutivo valenciano?
"Exigiremos desde la lealtad institucional, que no desde el victimismo"
"Será necesario que las pymes ganen tamaño por asociación o por fusión"
Respuesta. Esas tres grandes cuestiones están muy ligadas al desarrollo de infraestructuras en la Comunidad Valenciana. Son parte de las apuestas de un Gobierno que va mucho más allá. Quizá ahora se singulariza en estos tres grandes proyectos por la duda que podemos tener de apuesta de un nuevo Gobierno en ámbito nacional por aquello que era sustancial para el progreso y desarrollo de nuestra Comunidad. Las cosas se han hecho bastante bien en los últimos ocho años de gobierno popular. Para nosotros es básica la política de infraestructuras, porque sin ellas nuestra economía tiene un cuello de botella que no le permite crecer. Ahora nos toca estar muy pendientes de los cambios que se producen de manera cada vez más vertiginosa para poder ir adaptando las políticas a los nuevos tiempos, de forma que consigamos el objetivo que nos marcamos al inicio de esta legislatura, que era un crecimiento sostenido y ordenado de la economía que nos permita alcanzar dos grandes metas: pleno empleo y alcanzar un mayor nivel de riqueza redistribuida justa y solidariamente con equipamientos sociales.
P. En los últimos ocho meses el paro ha crecido en la Comunidad Valenciana, pero no ha sido así en el conjunto de España. Y además arrecian las críticas sobre la baja calidad del empleo. ¿Qué es lo que no funciona?
R. Hay que separar entre creación de empleo y disminución del desempleo. En la Comunidad Valenciana se está creando más empleo que en España. Hay 51.000 afiliados más en el último año a la Seguridad Social, lo que supone un crecimiento del 3,6%. En el mismo periodo en España el incremento ha sido del 2,67%. Ese crecimiento mide el empleo que somos capaces de crear. En alguna ocasión, ese empleo que creamos no es el suficiente para atender toda la demanda que quiere incorporarse al mercado de trabajo.
P. ¿No cree que esa situación es consecuencia en parte del desarrollo del sector turístico?
R. Tenemos una economía equilibrada en lo sectorial y en lo territorial, dinámica y abierta hacia lo exterior. Esa economía trae una estructura propia del mercado de trabajo, en el que también tienen su peso sectores de actividad en los que el trabajo temporal tiene causa. Lo malo es la temporalidad sin causa, eso es precariedad. Lo que no es de recibo es que haya personas que tengan contratos temporales de trabajo desarrollando la misma actividad todos los meses del año.
P. Pero esa es una cuestión que, básicamente, es responsabilidad de las labores de inspección de la Administración.
R. Evidentemente y se han hecho muchas campañas, sobre todo a quien corresponde la competencia, que es el Ministerio de Trabajo, para persecución del uso abusivo de la temporalidad sin causa.
P. En cualquier caso, patronal y sindicatos se muestran ahora muy preocupados por el futuro de los sectores industriales tradicionales.
R. Nuestro sector industrial no sólo ha crecido en los últimos años, sino que está soportando mejor que otros países de nuestro entorno el proceso de desaceleración económica que parece estar llegando a su fin. Eso no nos debe impedir ver cuáles son las cuestiones de carácter estructural que permiten una mejora de aquellos sectores productivos que no podrán mantenerse como en los últimos años. Los sectores manufactureros que han competido basándose en productos de precios bajos determinados por bajos costes salariales encontrarán, cada vez, más competencia. Hay que ir hacia modelos de mayor especialización productiva y de distribución comercial y para eso será necesario que las pymes de esos sectores ganen tamaño por asociación o por fusión.
P. Como solución al problema de la industria valenciana usted aboga por que las pymes aumenten de tamaño y el PSPV insiste en la necesidad de cubrir el déficit de I+D. ¿Por qué se niegan a un pacto en esta materia?
R. La solución no está sólo en la necesidad de ganar dimensión, sino que eso va acompañado de cosas que ya estamos haciendo. La apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación es una constante en los presupuestos de la Generalitat desde que gobierna el PP y este año hay una subida del 8,4%. Si hubiera el mismo esfuerzo por parte de los empresarios de la Comunidad Valenciana estaríamos acercándonos a esa cifra del 3% del PIB, que todo el mundo entiende como deseable. Creo que con políticas de formación; cualificación y recolocación, en los casos en los que la competitividad exija eso; políticas de I+D+i y un marco económico estable que apoye la ganancia de tamaño [de las pymes] tendremos unas líneas de actuación con las que el sector tradicional industrial y el que no lo es se pueden adaptar a los nuevos tiempos.
P. ¿Le preocupa la actual burbuja inmobiliaria?
R. Tenemos una cultura de la propiedad muy arraigada. Para los valencianos aún resulta más asequible el acceso a la vivienda que para madrileños, vascos y andaluces. Lo que hemos de procurar es que el precio de la vivienda no suba, con un ambicioso plan de viviendas sociales, dando la posibilidad a las personas de menor renta, y sacando al mercado viviendas de alquiler.
P. Volvamos al principio. Usted cree que las infraestructuras son esenciales para el crecimiento económico. ¿Qué modelo territorial defiende?
R. Nosotros estamos en el centro del denominado arco mediterráneo, pero tiene que haber algo más y ahí es donde entran todas las políticas de infraestructuras de transporte, telecomunicaciones y energía que es lo que hace que, verdaderamente, se añada valor a esa posición geográfica estratégica. Por eso es tan importante la apuesta por las infraestructuras viarias, que son las que nos vertebran internamente y con el resto de España y Europa. De ahí el plan de inversiones estratégicas presentado por el presidente Camps, que es absolutamente necesario para seguir creciendo y generando empleo. De ahí la reivindicación de aquellas infraestructuras cuyo desarrollo y ejecución compete al Gobierno y en las cuales estaremos muy vigilantes. Exigiremos desde la lealtad institucional, que no desde el victimismo, aquello que supone seguir creciendo.
P. ¿Con ese planteamiento por qué se niegan a mantener relaciones con los gobiernos autonómicos por los que pasan nuestras vías de comunicación hacia Europa?
R. Tenemos salidas hacia todos los lados, porque tenemos mercados para nuestros productos en cualquier dirección y posibilidades para hacerlos en cualquier sentido. Lo otro sería autolimitarnos.
P. Pero la mayoría de los intercambios comerciales de la Comunidad Valenciana pasan por el norte geográfico, no por el sur.
R. Nosotros tenemos una economía claramente exportadora, mucho más allá de lo que pueda ser la relación entre distintas comunidades autónomas. Por eso se tiene que producir de forma equilibrada y proporcional el desarrollo de todas aquellas infraestructuras a las que antes hacía referencia: alta velocidad por el centro y el corredor mediterráneo;, infraestructuras viarias ya sea el corredor mediterráneo o el eje Sagunto-Somport; infraestructuras aeroportuarias, porque el tráfico de cabotaje va a ser fundamental. Salidas hacia donde haga falta para que no haya ningún cuello de botella que impida el desarrollo económico de nuestra comunidad.
GERARDO CAMPS / Consejero de Economía, Hacienda y Empleo
Gerardo Camps (Barcelona, 1963) lleva las riendas de toda el área económica del Consell, incluidos los grandes proyectos, entre los que destaca la Copa del América. Militante desde los tiempos de AP, el hoy consejero es hombre de confianza de Francisco Camps y forma parte de la nueva generación de dirigentes del PP. Abogado, parlamentario y secretario de Estado de la Seguridad Social del 2000 al 2003, muestra un carácter tan afable como firme.
Pregunta. ¿Porqué no hay diálogo institucional con Aragón y Cataluña?
Respuesta. No será por falta de esfuerzo por nuestra parte. La relación entre el Gobierno de la Generalitat catalana y la Generalitat Valenciana ha sido una relación estupenda hasta el cambio de gobierno que se produjo en Cataluña. Y con Aragón hasta que surgió el debate en torno, no tanto al Plan Hidrológico Nacional, sino el trasvase del Ebro hacia la Comunidad Valenciana. Han sido otros gobiernos los que han tomado posiciones que chocan frontalmente con las capacidades de crecimiento de nuestra Comunidad. Negar el agua a Valencia es negar el futuro de esta Comunidad. Decir que debemos quedar al margen de la estructura de la alta velocidad es querer aislar a esta Comunidad y esa posición la han tomado los presidentes de Aragón y Cataluña, no el presidente de la Generalitat Valenciana. Los mensajes maximalistas, claros, rotundos en contra de las políticas que benefician a la Comunidad Valenciana han venido desde los gobiernos de otras comunidades, a ellos les corresponde decir si entienden que puede haber otras políticas de cooperación, diálogo y acuerdo.
P. Usted está satisfecho con el actual sistema de financiación autonómica. ¿Piensa plantear alguna reivindicación para paliar las deficiencias que todavía existen?
R. Las principales transferencias a la Comunidad Valenciana, aquellas que suponen mayor nivel de gasto, se efectuaron con gobiernos socialistas y de forma y manera que había falta de financiación para políticas tan importantes como la educativa y la sanitaria. Desde entonces, con un Gobierno del PP se ha mejorado la financiación, con un modelo que potencia las comunidades más dinámicas. Un modelo que nació con vocación de estabilidad. Cuestión distinta es que haya aspectos puntuales que exijan una revisión de los mismos, como la asistencia sanitaria o educativa -el 13% de los universitarios son foráneos-. Todos esos aspectos han de estar permanentemente en revisión.
P. ¿Cree que ha llegado el momento de cambiar el modelo de gestión de los grandes proyectos?
R. Cada uno de ellos funciona de una manera distinta. Hay algunos que tienen que abrirse a la esfera privada, como ya se ha hecho, y en otros no tendría sentido que la gestión no fuera a través de una empresa pública. Los distintos modelos de gestión son los correctos. Algunos tienen en estos momentos beneficios operativos, con los que pueden mantener los gastos propios de la explotación ordinaria. La sociedad valenciana quiere que existan impulsos, que corresponde hacer a la Administración, que traigan esos grandes proyectos. Y que luego sean gestionados de la manera más eficiente posible. Sin embargo, muchos de ellos están relacionados con la cultura, y en esos casos buscar rentabilidad no tiene ningún sentido. Hay que saber conjugar los proyectos que van a tener rentabilidad y los que no la van a tener nunca pero deben hacerse si se quiere redistribuir la riqueza.
P. ¿Considera que ha reestructurado bien la deuda de la Generalitat para mantener una capacidad de inversión aceptable?
R. Tenemos una deuda perfectamente asumible y equilibrada en el conjunto de las cuentas públicas para lo que tiene que ser el crecimiento de nuestra Comunidad en relación con el esfuerzo que tienen que hacer las generaciones de valencianos, actuales y futuras, para poder financiar aquellos servicios que se han desarrollado. Tenemos deuda porque hemos tomado decisiones y financiado equipamientos que nos permiten crecer y generar empleo, pero la deuda ha crecido mucho menos de lo que hubiera aumentado con los socialistas.
P. Hablemos de instrumentos financieros. ¿Deberían abordar las cajas el debate sobre la conveniencia de una fusión?
R. Tenemos dos cajas bien dimensionadas y posicionadas en el mercado financiero. A partir de ahí, y todo proceso de fusión tiene pros y contras, deben ser los órganos de decisión de las cajas los que adopten la posición. Cualquier decisión será respetada por cualquier Consell. Los representantes del PP cuando son elegidos por las instituciones para representarlas en la entidad financiera lo son con el mandato que se les da dentro de esa entidad financiera; no para que tengan ninguna misión política que cumplir.
P. Usted es responsable del Consorcio de la Copa del América. ¿Cómo afronta la próxima convivencia con representantes socialistas del Gobierno central?
R. Para todo lo que tiene que ser el cumplimiento de las obligaciones suscritas con quienes han decidido que la Copa del América se celebre en Valencia [America's Cup Management] se conformó un consorcio. El campo de juego en el que nos movemos viene muy determinado: primero por las obligaciones que tenemos suscritas con el organizador de la Copa del América; luego hay un trabajo hecho hasta ahora que será asumido sin ningún tipo de inconveniente. A partir de ahí habrá que ver qué situación aborda ese consorcio, que se ocupa de todo lo relacionado con el evento deportivo, pero no determina las políticas que se ponen en marcha aprovechando el evento deportivo.
P. Usted forma parte de una nueva generación política que toma el relevo estando en el poder. ¿Qué expectativas orgánicas tiene de cara a los próximos congresos extraordinarios del PP?
R. Soy un veterano militante, pero creo que el transcurso de la vida orgánica no debe mezclarse con las responsabilidades institucionales. En estos momentos no toca hablar de cuestiones internas ordinarias.
P. Según ese criterio, ¿no cree que el Consell se ha implicado en exceso en la defensa de dirigentes como Carlos Fabra o Luis Fernando Cartagena?
R. Cuando no se duda de la honorabilidad y buen hacer no hay por qué dejar de reconocerlo. Fabra es un referente clarísimo del PP en Castellón y de políticas que han traído bienestar y empleo y hasta ahora no se ha demostrado que haya cometido ninguna conducta irregular. Cuestión distinta es la de Cartagena en el plano temporal. Nadie pone en cuestión su gestión en el Consell y en su momento adoptó las decisiones que consideró oportunas compartidas por el resto del Consell.
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