En busca de sospechosos

La investigación para esclarecer la violación y muerte de la niña noruega Shila Bigdely, de 14 años, en un descampado de una zona residencial de Orihuela sigue abierta. El único detenido hasta el momento, otro menor de 14 años, compañero de instituto y vecino de la víctima, admitió en su declaración ante el fiscal de Menores que mantuvo relaciones sexuales con la menor aunque negó que la matara e implicó a otras personas en el crimen.

La policía judicial de la Guardia Civil busca a más sospechosos y confía resolver el caso en "pocos días, quizás en horas". La hipótesis que cobra más fuerza a medida que avanza la investigación es la que apunta que habría "uno o más" jóvenes implicados que estarían relacionados con la víctima, según apuntaron ayer fuentes de la investigación. Los sospechosos podrían ser vecinos de la urbanización Playa Flamenca donde residía la menor noruega, compañeros de instituto o amigos del único detenido. Los agentes también buscan pistas sobre el paradero de un camionero alemán que pudo presenciar la agresión y podría aportar algún dato sobre los autores de la agresión que sufrió esta niña el viernes 2 de abril. La víctima fue abordada por uno o varios agresores cuando se dirigía, pasadas las siete de la mañana, hacia la parada del autobús que diariamente la transportaba al Instituto de San Miguel de Salinas.

Horas más tarde sus amigos encontraron el cadáver en una rambla de la calle de Nicolás de Bussi, vía principal de la urbanización Playa Flamenca. El cuerpo apareció semidesnudo de cintura para abajo y con restos de sangre en los genitales. Al martes siguiente la Guardia Civil detuvo a un niño de 14 años, compañero y vecino de la víctima, presuntamente relacionado con la agresión. Tras su declaración el ministerio público decretó su ingreso cautelar en un centro de menores. El abogado del detenido, Edmundo Cortés, reconoció que el muchaco está acusado de los delitos de violación y asesinato. Si los tribunales le declaran culpable de los hechos, el joven sería castigado con el ingreso en un centro de menores por un tiempo máximo de cuatro años, con lo que en principio a los 18 años quedaría en libertad.