El 'año Henry Mancini' celebra el estilo sentimental del autor de 'Moon River'

La industria musical y cinematográfica de Estados Unidos ha aprovechado una doble efeméride para proclamar este 2004 como el año de Henry Mancini. Coinciden a un tiempo el 80º aniversario del nacimiento del autor y los 40 años de una de sus criaturas musicales más sobresalientes, la Pantera Rosa. Para celebrarlo se ha publicado un disco antológico, Ultimate Mancini, con colaboradores de lujo, se ha editado un sello conmemorativo y, como plato fuerte, un multitudinario concierto de homenaje se celebrará en Los Ángeles el próximo martes.

Hasta su fallecimiento, el 14 de junio de 1994, por un cáncer de páncreas, la fortuna jamás le fue esquiva al gran compositor de Cleveland. Su estilo afable, irónico y sentimental le granjeó la insólita renta de 20 premios Grammy, cuatro oscars y el ascenso al reducido parnaso de melodistas estadounidenses del siglo pasado, junto a nombres como George Gershwin, Cole Porter, Hoagy Carmichael, Irving Berlin o Burt Bacharach. El catálogo discográfico de Mancini comprende, si sumamos sus trabajos originales y las recopilaciones posteriores, no menos de 160 referencias. Entre ellas figuran títulos como La Pantera Rosa, Peter Gunn, Hatari!, Dos en la carretera, Días de vino y rosas, Remington Steele y, por supuesto, Moon River.

Para celebrar el que habría sido su 80º cumpleaños, una de sus hijas gemelas, la notable vocalista Monica Mancini, ha recreado 17 célebres melodías para el disco Ultimate Mancini. El homenaje se abre con una nueva lectura de The Pink Panther theme, con Gary Burton al vibráfono, el órgano Hammond de Joey DeFrancesco y el saxo de Plas Johnson, el mismo hombre que, cuatro décadas atrás registró la versión original.

Ultimate Mancini reproduce en su portada el sello de 37 centavos que acaba de poner en circulación el servicio postal estadounidense, en el que la Pantera Rosa apunta desde una esquina a un Henry Mancini con la batuta en la mano. El álbum se completa con piezas como Charade, Music on the way, Peter Gunn Theme (con Tom Scott en el saxo alto) y una espectacular revisión de Moon River, en la que la armónica de Stevie Wonder se entrelaza con las armonías vocales de Take 6. De Moon River, el tema central de Desayuno con diamantes, escribió el crítico Bill Janovitz: "Es una pieza tan elemental y hermosa que se hace difícil imaginar que no existiera antes de 1961". La canción ha conocido ya más de un millar de versiones distintas, aunque, según su autor, ninguna superaba a la que Audrey Hepburn interpretaba en la película junto al guitarrista brasileño Laurindo Almeida. "La canción salió tan sentimental porque la escribí con los grandes ojos de Audrey en la mente", reveló Mancini. Hace unos años, el río de la ciudad de Savannah (Georgia) se rebautizó como Moon River en homenaje a su letrista, Johnny Mercer, y la canción ha conocido grabaciones singulares de Louis Armstrong, Frank Sinatra y hasta REM, grupo también originario del Estado de Georgia. La abrumadora aceptación de este vasto cancionero "quizás radique en la habilidad de Mancini para americanizar cualquier banda sonora", según apuntó su biógrafo, Gene Lees, en el libro Did they mention the music? "Incluso los compositores cinematográficos europeos terminaron siguiendo sus pasos. Mancini escribía bandas sonoras en las que se desarrollaban tantas melodías como en un musical completo de Broadway", añadía Lees. Y el líder de Steely Dan, Donald Fagen, resumía así su influjo: "Él es el sumo sacerdote de Hollywood". Ciudadano modélico

El artista de Cleveland logró erigirse una fama no sólo de músico ejemplar, sino de ciudadano modélico. Era un prodigio de cordialidad personal, un padre de familia irreprochable -desde 1947 fue fiel a su mujer, la ex cantante de Mel Tormé & The Mel-Tomes Gimmy O'Connor- y un patriota que podía presumir de haber combatido en la Segunda Guerra Mundial. Este detalle biográfico también le emparentaba con Irving Berlin, soldado durante la Gran Guerra.

El legado de Henry Mancini será nuevamente reivindicado el próximo 13 de abril en el Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles, con un concierto en el que suman fuerzas Monica Mancini, John Williams, Quincy Jones o James Galway, con la actriz Julie Andrews y el honorable senador John Glenn (ya saben, el cowboy espacial) en el papel de presentadores. Esa América amable y familiar, la misma que adoraba Mancini en los días de esquí, sus degustaciones de vino o las cenas dominicales de pasta italiana junto a sus nietos Christopher y Luca, sigue gozando de amplio predicamento. Y hasta el bueno de Benny Goodman, que en 1940 escribió al jovencísimo Henry animándole a dedicarse a la música, sonreiría satisfecho.