Un arrepentido declara que vio a un buscado por el 11-M en un campo de entrenamiento en Bosnia
Khayata Kattan acusa a Abu Dahdah de ser el jefe de la red de Al Qaeda en España
Khayata Kattan, Abu Ibrahim, un sirio acusado de ser uno de los jefes de Al Qaeda en España y que el pasado febrero fue extraditado desde Jordania, ha implicado a varios compañeros, especialmente a Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, en tareas de reclutamiento de militantes para la yihad en Bosnia, Afganistán, Chechenia y otros lugares, así como en tareas financiación y apoyo logístico a la organización terrorista. "Abu Dahdah era el jefe de toda la banda en España", afirma. Khayata, procesado por integración en banda terrorista desde septiembre de 2003, dijo que en un campo de entrenamiento en Bosnia vio a Amer el Azizi, Othman al Andalusi, al que la policía busca por supuesta participación en el 11-M.
La declaración de Khayata estuvo declarada secreta más de un mes, consta de 142 folios y fue grabada ante el juez Baltasar Garzón, que investiga las actividades de la célula española de Al Qaeda, los días 4 y 5 de febrero pasados. Khayata se ha acogido al ofrecimiento del juez de colaborar con la justicia para reducir la pena que pueda corresponderle tras ser juzgado.
Khayata reconoció que estuvo en un campo de entrenamiento de mujahidines en Zenica (Bosnia) en 1995, dirigido por Ghasoub Al Abrash Ghalyoun, Abu Musab, donde él fue instructor de gimnasia y artes marciales. Agregó que fue acompañado por el también integrante de la célula española Jasem Mahboule, aunque precisó que él no recibió instrucción sobre armas, explosivos y lucha, que impartía un tunecino llamado Abu Sahid y que fue recriminado por su comportamiento poco militante por los responsables del campo.
Khayata alegó que viajó a Bosnia para que no le consideraran un traidor, puesto que Abu Dahdah, y Mustafa Setmarian Nasar, Abu Musab al Suri -otro de los dirigentes de la organización en España- creían que podía espiar para los sirios. De vuelta a España, Mohamed Bahaiah, más conocido como Abu Khaled y Abu Faisal, y Abu Dahdah le amenazaron con matarle si les pasaba algo a ellos o sus familias.
En el campo de entrenamiento de Zenica vio a muchos mujahidines, entre los que estaba Amer el Azizi, Othman al Andalusi, buscado desde hace tiempo por Garzón y ahora presuntamente implicado en los atentados del 11-M. "Era de los que había estado mucho tiempo allí antes", dijo. Su fotografía fue difundida el pasado sábado por el Ministerio del Interior y la policía no descarta que sea uno de los fallecidos en la explosión del piso de Leganés (Madrid) que aún están sin identificar.
Preguntas sobre Zougam
Aunque la declaración se realizó un mes antes de los atentados del 11-M, Garzón ya preguntó al arrepentido por Amer el Azizi, y también por Jamal Zougam, el marroquí propietario del locutorio de la calle de Tribulete y que está encarcelado por supuesta participación en los atentados de los trenes de cercanías. Khayata dijo que no conocía a éste de nada.
El arrepentido añadió también que financió el traslado a España y la operación de uno de los dirigentes del campo de entrenamiento en Bosnia, Salaheddin Benyaich, Abu Muhgen, que usaba un pasaporte británico falso a nombre de David Charles Burges, y que había sido herido de bala en un ojo en combate con los serbios. Abu Muhgen, actualmente preso en Marruecos por su presunta implicación en los atentados de Casablanca del 16 de mayo de 2003, es hermano de Abdelazid Benyaich, otro de los jefes mujahidines.
El haber pagado el viaje y la operación de Abu Muhgen hizo que varios miembros de la célula española le consideraran su jefe y le pedían constantemente dinero para enviar gente a las zonas de combate. Khayata ha asegurado que él trataba de dar largas a los que le pedían que financiase los viajes de los combatientes, pero que finalmente se fue a Jordania, para huir de todo.
Ha negado que él hubiera disputado el mando de la célula española a Abu Dahdah, a pesar de que varios de los militantes, como el marroquí Mohamad Needl Acaid, Bilal, Osama Darra o Jasem Mahboule, lo reconocieron en un momento puntual como su jefe o emir, aunque luego se pasaron a las filas de Abu Dahdah. "La gente marroquí iba haciendo amigos con los marroquíes", señaló Khayata. Admitió que se llevaba muy mal con Abu Dahdah, del que dijo que "iba siempre lleno de dinero y de droga", y con el que luego fue su lugarteniente, Osama Darra, Abu Thabet, y que fue a Noruega para entregar 4.000 dólares para los heridos en Kurdistán. Precisa que los entregó a un tal Abdulazid y a Abu Musa, dirigentes de la organización terrorista Ansar Al Islam, que tiene su base en el Kurdistán iraquí, aunque alega que en aquel momento no sabía que eran terroristas y que él entregó el dinero para ayudar a los heridos.
Garzón. Usted dice que le ha oído algo similar a Osama, ¿qué es algo similar?
Khayata. Que tenemos que ayudar a los... que tenemos que mandar gente al Líbano, a Yemen, a Chechenia, Kenia, Bangladesh. Y esto es lo que me contaba Abu Harun. Abu Harun me comentaba estas cosas.
G. ¿A qué trabajo se refieren los hermanos de Afganistán?
K. Pues vivir allí , trabajar allí y luchar contra los que están luchando ellos. Eso no es un trabajo, es que yo...
G. ¿Cuál es la bandera muy clara bajo la que se lucha?
K. Pues eliminar el gobierno antiguo y que gobierne el talibán. Eso es lo que ellos querían hacer.
G. ¿Esa es la lucha de los hermanos a los que se refiere Harun?
K: Sí, sí.
G. ¿Se refiere a acciones en cualquier parte del mundo en aras de la llamada yihad?
K. Sí, eso. El quiere sacar a estos hermanos, ayudarles, de Bosnia, a ver dónde van, porque ya entró la ONU. Ya hay muchos ahí. Es imposible estar allí, hay que sacarlos y tenemos que ir a este sitio y a ver qué hacemos. Y mí siempre me estaban en compromiso.
G. ¿A luchar?
K. Sí, a luchar, a luchar.
Los viajes a Líbano, Yemen, Afganistán, Bosnia o Chechenia para participar en la yihad se financiaban con el robo de tarjetas de crédito, el cambio de moneda y la venta de droga. "Yo lo que sé, de lo que me han hablado, es que ellos robaban tarjetas", dijo Khayata. "Era un trabajo sucio, no era sano. (...) y en la mezquita de Estrecho (...) siempre oía que Abu Dahdah tenía dinero porque había cambiado dólares y vendido droga. (...) No sé cómo lo conseguía sin trabajar. Yo le he dicho varias veces a Abu Dahdah: 'Tienes que tener vergüenza; tú haces el creyente y el jefe, y estás tratando con cosas prohibidas. Y eso es haram según la ley islámica, no por los humanos, que tú estás haciendo daño a la gente".
Que una de las fuentes de financiación "venía de las tarjetas", según afirmó Khayata, se lo había confirmado Osama Darra, que en la puerta de su tienda de decomisos le había invitado a unirse a ellos. "Mira", recuerda que le dijo éste, "a veces abrimos las cartas de correos, a veces cogemos las cartas de la gente, sacamos el dinero inmediatamente y las falsificamos". Khayata aseguró que recriminó su actitud a Osama Darra diciéndole: "Está prohibido entrar una peseta a tu corazón, a tu estómago, de robar. Está prohibido".
Garzón. ¿Quién efectuaba las labores de falsificación para Barakat Yarkas (Abu Dahdah) en el tema de las tarjetas de crédito, documentos?
Khayata. (...) Yo sé que vi falsificación y robo de tarjetas. Era muy bueno Osama Darra en esto. De repente, ya tiene coches, ha abierto una tienda de decomisos, dos tiendas de engrase y lavado.
Posteriormente, tras la llegada de Abu Mughen a Madrid para operarse del ojo, Osama Darra lo incorporó a trabajar en la tienda de decomisos y la falsificación de tarjetas aumentó, según Khayata.
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