Alarma entre los participantes de una procesión en Ceuta al ser apedreados

La psicosis terrorista se dejó sentir ayer con fuerza en Ceuta durante la procesión del Cristo de Medinaceli, cuando el lanzamiento de piedras desde una azotea contra unas 5.000 personas, provocó escenas de pánico y terminó con seis asistencias sanitarias, la mayoría por crisis nerviosas y esguinces. Los incidentes, los más graves en la Semana Santa de Ceuta en los últimos siete años, ocurrieron hacia las 19.00, cuando el cortejo, que había salido de la barriada musulmana de Príncipe Alfonso, muy próxima a la frontera marroquí, se dirigía hasta la prisión de Los Rosales para liberar simbólicamente a un preso cumpliendo una tradición del siglo XVIII.

Fue cuando un individuo apostado en una azotea arrojó piedras. Una impactó en una parada de autobús y el ruido, similar a un disparo, provocó que unas 200 personas echaran a correr. Apenas media hora después los apedreamientos se repitieron en una calle próxima, esta vez sin heridos, según la Policía Local, aunque también desencadenó histeria. Esto obligó a la Policía Local a desplegarse en todos los accesos. Según el jefe de la Policía Local, Angel Gómez, es una consecuencia directa del 11-M. "La gente está asustada y el pánico colectivo es fácil de crear", recuerda, señalando que hasta 1997, el apedreamiento al paso de este Cristo "era muy frecuente".